"Dos hermanos enfrentados"

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SAM POV

Mi pecho subía y bajaba sin parar, necesitaba controlar mi respiración, pensar que todo estaba bien para poder oír los pasos de Dean y saber si estaba cerca.

Puse el oído pegado a la puerta y y no oí nada. Por un momento me sentí aliviada. Después de haber recorrido todas las plantas de esta maldita clínica y haber descubierto que mi propia madre me había traicionado, sentía una gran angustia que tenían que sacarla de alguna manera. Pero no podía ni llorar porque mis sollozos podrían delatar el lugar en el que me encontraba, ni tampoco gritar.

Estaba demasiado frustrada y enfadada conmigo misma por haber confiado en mi madre. Mis pensamientos se detuvieron al oír una voz familiar.

-¡Sam no me voy andar con tonterías, o sales o lo mato!

Era la voz del padre de Álvaro y estaba segura de que estaría apuntando con una pistola a Álvaro y que dispararía sin pensárselo.

Salí de la habitación y avancé por el pasillo con la pistola apuntando al frente. Encontré al padre de Álvaro sujetando a su propio hijo y apuntándole con la pistola.

-Antes de que llegue la bala a mi cabeza Álvaro estaría muerto así que te recomiendo que bajes el arma - me advirtió el padre de Álvaro.

Me negué a hacerlo, quería demostrar que no tenía miedo, que podía superar todo esto. Iba a sacar a Álvaro de esta, costara lo que costara.

-¿Qué quieres? - dije en un tono que me sorprendió hasta a mí.

-A ti. Me van a dar una gran cantidad de dinero si te llevo con Luke y con tu padre. Sam, ahora mismo entregarte es el objetivo de muchas personas porque pagan realmente bien.

Lo único que pude hacer fue negar con la cabeza. Me negaba a ser la moneda de cambio, a que la gente pagara por entregarme a unas personas que odio.

Tragué el nudo que tenía en la garganta porque no era el momento de ponerme a llorar. La rabia corría en mi interior, quería acabar con todas y cada una de las personas que me estaban buscando para llevarme hasta el mismísimo infierno.

-Parece que esto se pone interesante - la voz de Dean me estremeció.

Me giré pero a penas me dio tiempo a reaccionar. Sentí un fuerte ardor en la mejilla y la pistola que tenía en mi mano salió dispara a los pies de Álvaro.

Noté una presión en el cuello y una pistola en mi cabeza, mi hermano estaba dispuesto a matarme.

-¿Qué cojones estás haciendo Dean? - dijo el padre de Dean cabreado.

-Me he cansado de que me digan lo que tengo que hacer, de estar siempre por detrás de mi hermana, siempre ha sido ella antes que yo y aquí se acabó todo.

Antes de que pudiera oír el gatillo de la pistola, Álvaro le dio un golpe en el estómago a su padre, otro en la cara y consiguió apuntar a Dean con la pistola.

Mi corazón se iba a salir de mi pecho de una momento a otro. Mi hermano me estaba apuntando con una pistola y a la vez, mi novio le estaba apuntando también a mi hermano. Todo esto me estaba superando por momentos y mi pecho empezó a subir y a bajar descontroladamente.

-Sam ¿qué te pasa? - preguntó alarmado Álvaro.

Intenté soltarme porque el brazo de Dean me oprimía la garganta pero lo único que logré fue que me estrangulara más.

-¡Se está ahogando! - gritó Álvaro desesperado.

Deseaba con todas mis fuerzas que alguna persona apareciera y nos sacara de todo esto. Estaba tan desesperada que me daba igual si esa persona era Luke.

-¡¡Dean ni se te ocurra!! - la voz de una mujer hizo que Dean aflojara la mano con la que me estaba sujetando.

Pude respirar hondo pero aún así, notaba que el aire que entraba en mi interior no satisfaccía las necesidades de mis pulmones.

Mi madre estaba detrás de Dean. Así que ahora estábamos en el medio yo y Dean, a mi derecha Álvaro apuntando a Dean y a mi izquierda mi madre que también estaba apuntando a Dean.

Sin duda esto iba a acabar mal, alguno de nosotros moriría y espero que no sea Álvaro.

-Vaya, esto se convierte en una lucha de tres bandos, el que quiere a Sam viva para escapar de todo esto - Dean señaló a Álvaro - la que quiere entregar a su propia hija para que la den dinero y después estoy yo que la quiero muerta.

-No, solo hay dos bandos.

¿Por qué narices el padre de Álvaro no se ha podido quedar quieto en el suelo sin empeorar todas las cosas? Álvaro se dio la vuelta y no le dio tiempo ni a decir una palabra porque acabó inconsciente en el suelo.

-¡Álvaro! - grité, pero fue en vano porque no pude hacer nada para ir junto a él.

Se notaba la tensión en el ambiente. Cualquiera podría salir herido de todo esto, incluso Álvaro que estaba inconsciente en el suelo.

Quería cerrar los ojos y volverlos a abrir para darme cuenta de que todo esto era una pesadilla, que estaba en la cama con Álvaro a mi lado.

Toda esta pesadilla tenía que terminar, ya sea bien o mal. No podía seguir haciéndome la dura, las lágrimas recorrían mis mejillas y me di por vencida.

-Se acabó - empecé a decir - Dean mátame ya o deja que mamá me lleve con Luke, pero por favor no hagáis esto más largo.

Noté como Dean se preparaba para apretar el gatillo pero un montón de disparos sonaron. Automáticamente nos agachamos todos. Me alejé del lado de Dean y me apoyé contra la pared intentando saber de donde provenían todos esos disparos.

Fui en busca de Álvaro para protegerle de los disparos pero no lo encontré. Me alarmé y vi como Dean le apuntaba con una pistola.

Revisé el suelo y encontré la pistola que Álvaro tenía antes de que mi padre le dejara inconsciente.

-Ahora sí que se acabó todo, pero para ti - dijo Dean.

Podía ver el odio en sus ojos y su mandíbula apretada de la rabia que tenía en su interior. Le apunté con la pistola pero el cuerpo de Álvaro tapaba la mayor parte del de Dean. Si disparaba podía herir perfectamente a Álvaro.

Pero vi su punto débil, la pierna derecha. La tenía débilmente flexionada y le temblaba. Me acuerdo de cuando éramos pequeños y jugábamos, muchas veces se caía porque siempre le fallaba esa pierna.

Me sentí poderosa cuando disparé en su pierna y se cayó al suelo. Gimió de dolor y yo seguí apuntándole, pero él a mí también.

Dos hermanos enfrentados cara a cara y sabiendo que ninguno de los dos se pensaría dos veces si apretar el gatillo o no.

Él disparó y sentí un leve pinchazo en el brazo izquierdo, me había dado de lleno, pero eso no acabaría ahí.

Avancé un paso más y disparé, pero no una vez, sino dos hasta que el cuerpo de mi hermano se quedara sin vida.

Me caí de rodillas y comencé a llorar. De mi brazo salía sangre sin parar, el cuerpo de mi hermano estaba allí tirado sin vida, al igual que el de mi madre y el padre de Álvaro. Las balas que vinieron de algún sitio los mataron. Eso fue lo último que recuerdo antes de ver a Carlos venir corriendo con un montón de policía detrás y de médicos. Todo lo demás se volvió negro.

"No matter what they say" (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora