"Disparos, oscuridad y frío"

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SAM POV

Pasamos el control de seguridad y esperamos en unos asientos junto a la puerta de embarque.

Miles de preguntas no paraban de aparecer en mi mente, estaba poniendo en peligro a los chicos. Ellos se quedaban aquí mientras que yo cogía con Álvaro un avión hacia Londres.

No podía permitir que los chicos arriesgaran su vida por mi.

-No puedo hacer esto - las palabras salieron solas de mi boca.

-¿Cómo? - preguntó Álvaro extrañado.

-No puedo dejar que los chicos arriesguen su vida por mí, Luke y mi padre irán a por ellos, los torturarán hasta que desvelen nuestro paradero.

-Sam, los chicos son más listos de lo que tú crees, sólo van a ser dos semanas hasta que Blas se recupere del todo. No les va a pasar nada.

- Si les pasara algo por mi culpa no me lo perdonaría.

-Tranquila, no pasará nada, confía en ellos, saben cuidarse solos.

Asentí y me acerqué más a él. Estábamos a punto de salir de este país y de todo lo que nos rodea, pero seguía sintiéndome incómoda, como si alguien nos estuviera observando.

-¿Estás bien? - me preguntó Álvaro al ver que cada vez me juntaba más a él.

-Tengo la sensación de que alguien nos observa.

- No hay nadie cariño, todo va a salir bien.

Me besó en la frente y me abrazó. Necesitaba sentirle cerca.

-Pasajeros del vuelo Madrid-Londres hemos tenido un problema técnico, la puerta de embarque es la E-45, disculpen las molestias - dijo una voz por megafonía.

-Esa puerta está al otro lado del aeropuerto, tenemos que darnos prisa cielo - Álvaro tiró de mi mano y pusimos rumbo a la nueva puerta de embarque.

Mientras íbamos caminando, me giré porque noté la mirada de alguien clavada a mí. Una cara me resultó conocida, el hombre me miró, me guiñó un ojo y me dedicó una sonrisa siniestra.

- Álvaro - dije alarmada - no te pares, gira la cabeza y mira al hombre que hay unos metros por detrás.

Me hizo caso y cuando lo vio empezó a andar más deprisa.

- ¿Son ellos verdad? - pregunté asustada.

- Tenemos que distraerlos de alguna manera.

- No pueden hacer nada aquí, hay mucha gente - dije muerta de miedo.

- Sí que pueden y lo harán, tenemos que...

No terminó la frase porque un chico de nuestra edad chocó conmigo y caí al suelo.

Álvaro se agachó y le dirigió una mirada asesina al chico.

- Es una trampa, tenéis que salir de aquí, girar a la derecha en el primer pasillo que os encontréis.

El chico se levantó y siguió su camino.

Cogí una llave que se le había caído y Álvaro me ayudó a levantarme.

No podíamos fiarnos del primer desconocido que se nos cruzara pero dadas las circunstancias si no lo hacíamos podría ocurrir cualquier cosa.

Comenzamos a andar otra vez. Giramos en el primer pasillo a la derecha y sólo había una puerta.

Álvaro fue a abrir pero estaba cerrada.

- Joder, todo era una trampa.

- Déjame a mí.

"No matter what they say" (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora