EL SECUESTRO

Capítulo 21

                 

Julie entró a ducharse, tenía la mente ligeramente pesada, muchas cosas sin explicación se habían aparecido de pronto, cosas que jamás le hubiera gustado pensar o sobre todo sentir ¿Pero qué le pasaba últimamente? no se lo creía. Hace unos días no pensaba más que en irse y no volverlo a ver nunca más y ahora. . . "No Julie " se dijo a sí misma. ¿De verdad crees que Max va a querer tenerte un tiempo más con él? negó con la cabeza mientras se metía a la ducha.

- Dicen que cortaran el agua. - Julie se sobresaltó y giró para mirar a Max que acababa de abrir la cortina del baño.

Quiso golpearlo pero en vez de eso se cubrió el cuerpo.

– Espero no te moleste que. . .

- ¡No! – le dijo ella. Max soltó una risa.

- Será rápido, te lo prometo. – le susurró él, quitándose la ropa mientras Julie se retorcía por dentro. Volvió a cerrar las cortinas para no verlo desnudarse ante sus ojos aunque la verdad le hubiera gustado quitarle la ropa ella misma. Max reía por dentro no había oportunidad que no aprovechara para verla de esa forma, para hacerla enojar de alguna manera. Se inclinó hacia atrás para fijarse en lo que hacía detrás de las cortina aún tenía el rostro ruborizado, de pronto bajó la mirada cubría sus senos con un brazo y pensar que habían estado en su boca la otra noche.

Max abrió las cortinas.

- Bien ¿te parece si hacemos un trato? – le preguntó él ya desnudo.

Los ojos de Julie intentaron esquivar por completo las ganas de bajar la mirada, él entró a la ducha junto a ella.

- Un trato ¿tú?

Max soltó una risa irónica.

- Si, un trato. – le dijo.

– Nadie va a tocarse. – le explicó.

– Haremos como si tu estuvieras sola tomando un baño- la idea le hizo excitarse en el acto.

Siguió hablando, al parecer Julie no lo había notado.

– Sin mí.

- Pero estás aquí.

- Haz como si no.

- No puedo bañarme sabiendo que estás mirándome todo el tiempo.

- Prometo no hacer nada. – le dijo. Julie lo miró a los ojos.

"Mientras tú no quieras"  pensó él aunque se le hacía la cosa más difícil no tocarla viéndola desnuda frente a sus ojos, se moría por rozar su piel con la suya, abrazarla, meter su pene en su vagina.

Ella no se resistiría y lo sabía pero esta vez quería que fuera ella quien diera el primer paso.

- Vale - susurró ella, no muy convencida se dio vuelta, sus nalgas descubiertas solo hicieron que Max se excitara más, deseaba tanto cogerla y hacérselo por detrás. Miró su erección, crecía cada vez más "Vamos Julie, sé que quieres venir aquí, a mis brazos. . . demuéstramelo".

Julie intentó imaginar que estaba sola en aquella ducha, que no había ahí nadie más que ella y sus pensamientos. Respiró hondo, en el fondo tenía unas inmensas ganas por voltearse, e invitarlo a ducharse con ella. Abrió el grifo de la ducha. . .

- ¡Mierda! – gritó ella.

Al sentir el agua completamente helada mojándose el cuerpo retrocedió por instinto, cayendo como él había querido, entre sus brazos.

- Vaya, no me has dejado cumplir el trato- susurró él contra su oído, acarició las caderas desnudas de Julie y poco a poco colocó su pene bajo la entrada de su vagina.

- El agua está fría. - murmuró Julie.

Estaba a pocos centímetros de convertirse en aquella Julie que moría por entregárselo todo, y lo hizo, se volteó para que no le quedara otra opción que mirarlo.

- Estamos en París. – le sonrió él.

Julie subió sus brazos sobre los hombros de Max, a este pareció gustarle lo que hacía.

Ambos sentían las gotas de agua fría salpicar el piso y chocar contra sus cuerpos.

Max acarició la cadera de ella, la apretó fuerte contra él  y se inclinó para besarle el cuello, subiendo poco a poco hasta su mentón, se lo besó, amaba sentirse de esa forma que con ella nada importaba, mucho menos sus diferencias, lo poco que se conocían o cuantas veces ella le había dicho "te odio". Ella lo agarró  de la barbilla invitándolo a probar sus labios y eso fue exactamente lo siguiente que él probaría.