EL SECUESTRO

Capítulo 16

Se hundió en su cuerpo totalmente.

Julie contrajo la respiración, apenas y lograba dar señales de vida, la estaba penetrando tan intensamente que hasta soltaría lágrimas.

- AAHH. . .- soltó un pequeño suspiro, Max se separó para poder mirarla, para poder gozar de ese enorme privilegio, verla así excitada, jadeante, transpirando lujuria y gimiendo para él.

–Oh si - murmuró ella cerrando los ojos, apretó a Max por la espalda, este volvió a sacar su pene para rozarla lentamente por los labios genitales de Julie.

–Hazlo de nuevo por favor

- Si preciosa- le respondió él y la verdad es que tampoco aguantaría tanto tiempo sin meterlo, sin sentir ese delicioso apretón, subió las caderas y volvió a bajarlas para satisfacer a Julie de nuevo.

- ¡Ahh! Si, si - esta vez ella gritó más fuerte cerrando los ojos con fuerza, él sintió que veía el paraíso, que se correría con solo verla en ese estado.

- ¿Te gusta?

- Si, me encanta- dijo ella poseída por sus palabras. Entonces él decidió que la haría gritar más esta vez, sus brazos se tensaron y volvieron a alzar sus caderas.

- Eres deliciosa. – murmuró.

La volvió a penetrar con fuerza mientras ella solo lo apretaba de la espalda con la esperanza de no demostrarle que en realidad le encantaba lo que le estaba dando pero fue imposible.

- ¡Sigue! Más. . .- le ordenó. El movimiento de caderas se hizo más continuo, Julie lo apretaba más fuerte y él se correría en cualquier momento, los gemidos de Julie lo enloquecía, cada vez más fuertes, más finos, más excitantes hacían que cada movimiento, cada penetración, cada vez que él la bombeaba con tanta fuerza nunca fueran suficiente.

Necesitaba más, llenarla por completo hasta que se corriera y que sobre todo recordara ese momento para toda su vida. Una vez más volvió a aplastarla, su pene se encontraba esta vez en todo su interior.

- Max. . . - susurró ella arqueando la espalda, él se inclinó para besarle el cuello.

- Di. . .me. . . - logró decir él, y sacó su pene húmedo cubierto por todos los flujos de Julie.

- Esto es increíble. – Admitió ella intentando abrir los ojos y recuperándose un tanto

- Vaya que lo es - la miró a los ojos.

Julie miraba el umbral sigilosamente.

Se había quedado callada, solo su pequeña respiración, ahora ligera, se escuchaba en medio de la noche.

Lo habían hecho, habían tenido sexo como tanto había querido él desde el primer día y como tanto lo había deseado ella desde el primer momento, los ojos de Julie brillaban, empezaban a hacerse pesado y era cierto, después de una maravillosa noche le provocaba dormir.

- ¿Habías imaginado esto? – le preguntó él despojándose del silencio.

- ¿El qué?

- Tener sexo con tu secuestrador. . .

- Nunca. – le dijo ella cerrando los ojos.

La había dejado desecha y ni siquiera habían llegado a la cima, al orgasmo. También era verdad, después de un buen polvo solo te quedaba dormir pero parecía que para él eso no había significado un simple polvo.