Capítulo 24

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Él reaccionó ante sus palabras. No podía creerse lo que acaba de escuchar, la misma Julie pidiéndole que la llevara a donde él fuera a parar.

- ¿Qué? – preguntó.

- Quiero ir contigo.- volvió a repetirle ella.

Ella se le acercó, el pulso de Max empezó a acelerarse dándose cuenta de que solo se ponía de esa forma cada vez que Julie solía acercarse.

– Es lo único que pido.

- ¿Te has puesto a pensar en lo que sería eso, Julie? – le preguntó él.

Julie bajó la cabeza.

– Y no tengo las comodidades que tú tienes, a esas que estás acostumbrada a vivir. – ahora volvió a subir su mirada. – no tienes idea de las cosas que tengo que pasar, cosas que no estarías dispuesta a vivir

- Tú que sabes.

- Lo sé porque hasta yo mismo me arrepiento de ser quién soy. – la miró a los ojos, se dio cuenta de que no pararía hasta convencerlo, por lo que él tendría que actuar primero. – Si te dijera al menos una cosa de las que he hecho.

- Dímelas, no te juzgaría.

- Eso lo dices ahora - Max intentó ponerse de pie, pero las manos de Julie lo obligaron a sentarse de nuevo.

- Si te he pedido que me lleves contigo es porque sé a lo que me estoy enfrentando.

- No, no lo sabes.

- Entonces déjame probar - le acarició los brazos

-Tú no sabes lo que sería vivir con alguien como yo.

- He vivido contigo todo este tiempo.

- Sería diferente.

- ¿Por qué?

- He hecho muchas cosas malas Julie, siempre he sido así, jamás me perdonaría hacerte algo malo. No, no podría vivir con alguien como tú.

- ¿Tan inocente? – ella se inclinó para besarle la boca. Max le correspondió el beso. Un beso pequeño, sencillo.

– Tienes tantos planes, tantas metas y yo. . .

- Déjame ir contigo un tiempo. - le pidió ella, una vez más.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué, qué?

- ¿Por qué quieres venir conmigo? – preguntó él deseoso de escuchar las palabras que ella le diría después, necesitaba escucharla hablar sobre sus sentimientos, que le dijera todo lo que sentía por él.

- Contigo soy diferente- le confesó ella. – Y quiero sentirme así por mucho tiempo más.

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