Isabella.

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P.O.V. LUKE.

Después de que Isabel se quedara platicando con el rubio ese, decidí subir a mi habitación a jugar videojuegos un rato.
Terminé recostado en mi cama, solo observando el techo. Estaba frustrado; el hermano de Conny casi besa a Isabella, MI Isabella. Emma comenzó a salir con chico, y ella es feliz con el, no sé quién es así que no sé cómo hacerlos infelices. A Ravi le gusta una niña y no lo ha arruinado. Isabella me ignoro completamente cuando conoció a Austin, no dejan de platicar animadamente y eso me molesta. Que ningún chico entiendo que no se deben acercar a Isabella sin mi permiso? Ósea nunca porque solo la quiero para mí. Y para acabar no encontré mis juegos, o consola en el chiquero de mi cuarto. La vida me odia.

El tono de llamada de mi celular me saco de mis deprimentes pensamientos. No conozco el numero pero igual conteste.

—Hola?

—Luke? Soy yo, Camila.—mi corazón se estrujo al escuchar la voz a travez del celular.—La amiga de Emma...

—Si...Lo-lo se.

Escuche una leve risita que hizo derretirme.—Bueno...quería decirte si, querías ir a tomar una malteada.

—Cl-claro.—asentí aunque ella no pudiera verme.

—Bien. Nos vemos enfrente del central park en...¿quince minutos?

Volví a decirle que si. Me cambie la ropa, me "peine" si es que se le puede decir peinar a pasarse los dedos por el cabello.
Tome mi celular y billetera. Baje corriendo las escaleras para avisarle a Jessie que saldría.
En el camino me fijé que Isabella ya se había ido. Negué frustrado por una extraña razón que desconozco.

—Jessie voy a salir. Iré a tomar una malteada.—asintió observando sus uñas.—E Isa?

—Fue a ver a sus padres.—Asentí aunque mi niñera no lo notara.

[***]

Llevaba media hora platicando con Camila. Me agrada? Si. Me gusta? Si, algo. Me divierte? NO!
Comenzó a contarme de su día, que había ido de compras hoy solo para nuestra "cita" y no sé que otras cosas, deje de prestar atención.
Si estuviera con Isabella probablemente me retaría a acabarme la malteada de un trago, o tal ves ver quién aguanta más dejando de respirar, o jugaríamos vencidas, yo le ganaría y ella me tiraría la bebida encima diciéndome que ella nunca de los nunca pierde.

—Luke? Luke! Estás escuchándome?

—Que? Ugh...algo así...—rápido! Inventa algo!—...Es que...tú sonrisa no me...no me deja pensar con claridad.

Sonrío divertida, mientras negaba.—Te decía que si me acompañas a mi casa. Me tengo que ir, pero no quiero dejar esto hasta aquí.—acaricio mi mano dulcemente, provocándome un cosquilleo que no me dejo hablar, solo asentir como subnormal.

Una vez pagadas las malteadas salimos del local camino a la casa de Camila. En un punto no definido, entrelazo mis dedos con los suyos. Otro cosquilleo me recorrió, aunque no duró mucho, igual que el anterior.

Nos detuvimos frente a una linda casa, sencilla pero linda. Saco sus llaves para entrar.
Ya adentro me ofreció sentarme en la sala, acepte y ella se posó a mi lado, muy cerca, recargando su cabeza en mi hombro y su mano cerca de mi entrepierna.
Prendió el televisor. Intenté concentrarme en la programación pero su mano no me lo permitía. La movía arriba y abajo, de lado a lado, formando círculos y espirales.

Sin previo aviso, una de sus manos viajó hasta mi mejilla, haciéndome voltear a verla. Me besó. Se inclinó más para tener un mejor alcance de mis labios. Sus labios se sentían necesitados, no sé si de mí o en general, al igual que su lengua, que se esfuerza por encontrar a la mía. Luego de pausar un momento el beso para respirar, volvió a atacar, ella no se resigna, así que abro un poco más mi boca para dar paso a su lengua. Se sienta encima de mi, comenzando a jugar con las cabello a de mi nuca, no sé qué hacer así que opto por poner mis manos en su cintura. Dejó de esforzarme por parar esto cuando volvemos a tomar aire, y le sigo el beso tal y como ella desea. Me dejo llevar por todo; el hecho de que una de las chicas más lindas de la escuela está sobre mi, con sus manos jugando con los botones de mi camisa, la cual logra desabrochar. Su dedos son delgados...como los de...

—Isabella...

Imbecil! Que acabo de hacer! Básicamente gemí el nombre de mi mejor amiga, estando con Camila.
La chica se quita de encima mío, claramente esta molesta por el hecho de que dije el nombre de otra chica mientras la besaba a ella.

—Eres un tarado. Lárgate de aquí.—se acomodó bien la falda. Se acercó a la entrada y abrió la puerta para que me fuera.

Gracias a Kenny.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora