LEER NOTA DEL FINAL, IMPORTANTE.
Emily
El sol estaba en su punto máximo, lo noté al despertarme sudada gracias al calor que hacía, también noté que el chico de ojos verdes ya no estaba a mi lado.
Se sintió como un pequeño golpe en el estómago, ahora estaba esa sensación de ausencia.
Ya se había ido.
Mis ojos recorrieron toda la estancia como sí quisieran asegurarse que de verdad no había nada de Harry. Sus maletas ya no estaban a la de la puerta, sus cadenas y anillos ya no se encontraban encima de la mesa de noche, sus botas no estaban regadas por el suelo. Ya no había nada.
Por un momento pensé que lloraría, pero no deje que pasara, restregué mis manos contra mis ojos y con desgana me levante de la cama. Salí de la habitación como si me estuvieran obligando a caminar, estaba a punto de entrar a la cocina cuando un ruido llamó mi atención.
Había una gran caja verde moviéndose de un lado a otro. Me asusté por completo llevándome la mano al pecho mientras me preguntaba por qué demonios había una caja con vida en mi habitación.
Comencé a acercarme con lentitud a la caja que no paraba de tambalearse, me sentía en una película de terror, cuando la protagonista camina hasta el armario.
Un ruido proveniente de la caja me hizo detenerme para mirar detalladamente, el ruido se repite nuevamente, está vez un poco más claro, Un aullido.
Todo hizo click.
Avancé con agilidad hasta la caja y abrí encontrándome con un pequeño Siberiano bebé que parecía un poco desesperado por salir de aquella incomoda caja en la que estaba encerrado.
Él perro me miró con miedo y se encogió dejando de aullar. Sus ojos eran azules, muy azules, su pelaje era de color blanco con gris y sus orejas eran puntiagudas.
Un perro siberiano.
Aún atónita por la situación, lo agarré y lo acuné en mi pecho tratando de tranquilizarlo, el perro recostó su cabeza en mi pecho buscando más calor, acaricié su suave pelaje de forma lenta y pasiva.
Una pequeña hoja blanca yacía dentro de la caja, no la había visto antes por estar concentrada en el animal. Me agaché despacio sin soltar el cachorro y la agarré.
Bebé, siento haberme ido sin despedirme, sabía que tenías sueño, por eso no te desperté.
Espero que te guste el pequeño regalo que te he comprado. Mi intención es que me recuerdes con él mientras no estoy, así como yo te recuerdo con el llavero que me regalaste.
Te quiero Emily, por favor no mires a otros chicos en mi ausencia.
Harry.
Una sonrisa triste apareció en mi rostro al leer lo último, ahora si se me escaparon un par de lágrimas que quité de inmediato.
Abracé al cachorro sintiendo a Harry a mi lado.
(...)
Avenger.
Así se llamaba el perro que Harry me había regalado, creo que era lo que más recordaba de los dos.
Harry aún no se había contactado, no sé si debía preocuparme pues has pasado casi diez horas desde que se fue. Ya le había dejado miles de mensajes que aún no había visto. Temía que le hubiera pasado algo.
No había salido de mi habitación en todo el día y nadie me había venido a buscar lo cual agradecía. Ya no me sentía tan segura como antes. Así tuviere todos los guardaespaldas que quisiera no sentía esa seguridad que sentía cuando Harry estaba cerca.

ESTÁS LEYENDO
Snapchat
Random"¿Que pasaría si te digo que soy Harry Styles?" "No te creería" Todos los derechos reservados, NO se aceptan copias ni adaptaciones de esta historia. Esta historia es originalmente mía.