Life Was | Harry Styles

Capítulo siete

A la mañana siguiente, Mason bajó las escaleras aún con su pijama puesta. Era temprano en la mañana y él moría de hambre. Cuando ya estaba en la primera planta, cruzó la sala y se detuvo al ver a su papá dormido sobre el sofá con varias cobijas encima. El pequeño Styles se le hizo raro ver a su papá ahí acostado. Así que se acercó a él y tocó la cara de su padre para comprobar si estaba dormido. Harry abrió sus ojos al instante y se asustó al ver a su hijo ahí parado frente a él, pero luego se relajó al ver que era solo su pequeño hijo. 

— Papá, ¿por qué duermes ahí? No es muy cómodo — preguntó, él realmente tenía duda.

— Oh... verás... — se calló cuando oyó a Ariana bajar — Mejor ve a la cocina y desayuna algo.

— Está bien. — sonrió y fue hacia allá.

Miró el refrigerador y no dudo en ir a abrirlo. Agarró una manzana y le dio un mordisco. Cerró el refrigerador y se sentó en una silla. De pronto escuchó como sus padres comenzaron a discutir. El pequeño suspiró triste, creyó que eso ya era cosa del pasado pero no es así. Luego, su mamá entró de golpe a la cocina.

— ¡Es un imbec-...! Oh, Mason — se calló al ver a su hijo ahí — Buenos días, lindo. ¿Ya desayunaste?

— Estoy comiendo una manzana — le mostró su fruta mordida.

— ¿Nada más desayunarás eso? Puedo hacerte algo — le sonrió levemente.

— Quiero waffles — sonrió enormemente.

— Bien, pero primero acábate esa manzana — le ordenó y él asintió.

Ariana fue a la alacena y buscó los ingredientes. Si no fuera por su hijo estando ahí, ya estaría diciendo mil groserías. Su esposo la había puesto de mal humor y ya se sentía estresada. Empezó a preparar los waffles y escuchó alguien entrar a la cocina. Miró y vio a Harry con Darcy en sus brazos. Ariana rodó sus ojos y continuó con lo que hacía.

— ¿Papá ya te vas? — preguntó Mason al ver a Harry con su ropa formal ya puesta.

— Si.— dijo él, viendo a Ariana de espaldas.

— Ash, yo quería que desayunaras con nosotros — hizo un puchero.

— Lo siento, campeón. Será luego. — le miró y sonrió un poco — Por cierto Grande, Darcy está hambrienta.— volvió mirar a su esposa. 

— Dale tú de comer que yo estoy ocupada. — espetó Ariana aún sin verlo.

— ¡No puedo, voy a llegar tarde! — le contestó.

— ¡Pues ya vete! — se giró a verlo. Fue hacia él y cogió a su niña en brazos para luego volver a lo que hacía. Darcy empezó a reír alegremente.

— Ya me voy. No me esperes. — salió de la cocina molesto.

Ariana terminó y le dio los waffles a su hijo. Mason sonrió y empezó a comerlos. Mientras tanto, ella empezó a preparar el biberón para su hija.

— Mami, ¿por qué papá está tan enojado? — dijo con curiosidad.

— Estrés, es solo eso.

— Ah — hizo una mueca.

Ariana salió de la cocina y fue hacia su habitación, después de darle de comer a Darcy y darle sus palmaditas en la espalda, la dejó en su cuna sentada junto con sus peluches. Cogió el teléfono y le marcó a su madre. Necesitaba hablar con alguien para no sentirse tan sola. Mientras esperaba en la línea, cogió la foto que estaba sobre la mesilla de noche, y la miró detenidamente. Era Harry y ella en su tercer aniversario de novios. Lucían tan jóvenes y felices. Dejó el pequeño marco en la mesilla y lo puso bocabajo para no ver más esa foto.

Nunca pensó que llegaría a estos niveles con la persona que creyó amar. Pero entonces se dio cuenta que los cuentos de hadas no existen y por supuesto, no hay finales felices.

Su madre le atendió y ambas hablaron un rato.

Entonces, Mason corrió a su habitación para tomar su nintendo, y después marcharse. Pasó por la habitación de su mamá y oyó que hablaba por teléfono pero no le dio importancia.

— Lo sé mamá. Por eso estamos decididos. Cada vez falta poco para nuestro divorcio y no hay marcha atrás.

Mason se detuvo al oír eso. Se acercó al cuarto de su mamá y pegó su oreja en la puerta. Ella continuaba hablando sobre esa horrible palabra llamada 'divorcio'. Él abrió sus pequeños ojos y se sintió asustado. ¿Su papá se irá en menos de tres semanas de su casa? ¿para siempre?