Capítulo doce

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Harry llegó del trabajo, algo estresado, pero algo "contento" de llegar a casa finalmente. Al entrar, vio a Ariana escribiendo en su computadora, muy concentrada. Éste dejó su maletín en el sofá y su esposa le miró.

— ¿Por qué llegaste 20 minutos tarde? — preguntó, volviendo su vista al computador.

— Porque había tráfico — se acercó a ella.

— Oh, ahora estar con tu jefa es considerado tráfico — murmuró en voz baja, aún así Harry la oyó.

— No tengo nada con mi jefa. Por Dios, Grande. Ella tiene 49 años y está casada — dijo cansado, miró a su bebé en el portabebés y la cargó en sus brazos.

— Como digas, puedes irte que estoy ocupada — dijo sin verlo — Y oh, recuerda que mañana arreglaremos lo último de nuestro divorcio.

— Está bien — se fue a la cocina con su bebé.

Ariana dejó de escribir y miró a un punto fijo de la sala. Sus ojos se aguadaron al ver una fotografía en la mesa de Harry y ella en su boda. Quería engañarse a ella misma que no lo amaba más pero era una tontería porque lo seguía haciendo.

¿Por qué era así con él? Desde hace meses que lo subieron de puesto y desde entonces había estado más en el trabajo que antes. Ahora tenía más horas y siempre cuando llegaba a casa, llegaba cansado y no convivía con su familia para irse a la habitación a dormir. Ariana obviamente pensó que tal vez la estaba engañando. Aunque nunca estuvo segura, tener en cuenta que tenía una jefa no muy joven pero guapa, era una inseguridad para ella. Nunca fue así, pero la idea le llegó y desde ahí su corazón se rompió al igual que su matrimonio. Con el tiempo empezaron a pelear y a enojarse hasta lograr "odiarse". Ariana ya no podía vivir así, y aunque Harry fue sincero con ella sobre que jamás la engañó, ella estaba tan cegada con el enojo que no le creyó.

Ariana cerró su laptop y se paró de la silla para irse a la cocina. Ahí estaba Harry, jugando con su bebé. Ella sonrió al verlos a ellos sonreír. Harry le miró, y sus sonrisas se quitaron.

— Bebé, ¿verdad que mami luce hermosa? — hizo una voz tierna, Darcy rió — Ella piensa que si.

— Estoy ojerosa y fachosa, Styles. Me veo horrible — ella alzó una ceja, sonando divertida.

— Te ves hermosa. Perfecta para mí. — se acercó a ella, aún con su bebé en brazos.

Se puso nerviosa al ver a su esposo acercarse a ella. Sus mejillas se sonrojaron y bajó su vista.

— Ariana...— ella levantó su mirada y vio sus ojos verdes. Él le robó un beso, le había dado un corto beso en los labios.

— Harry — rió nerviosa.

Harry sonrió, le encantaba verla así, le fascinaba ponerla nerviosa porque era una prueba de que aún causa efecto en ella.

— V-voy hacer la cena.

— ¿Qué tal si la hago yo? — ella le miró y sonrió tímidamente — Haré tu platillo favorito.

— S-suena bien — sonrió — Voy a avisarle a Mason, desde la mañana que no lo veo.

Éste asintió y Ariana salió de la cocina para subir las escaleras. Tocó la puerta de su hijo y al entrar vio su cuarto oscuro. Prendió el foco y miró su cama tendida e intacta. Miró al suelo y vio sus juguetes tirados. Ella frunció el ceño, ¿en dónde se había metido ese niño? pensó ella.

— ¿Mason? No es tiempo para jugar a las escondidas. Vamos a cenar — dijo, y vio una carta sobre la cama, la cogió y la leyó.

" Mami y papi... eh notado que quieren mas a Darcy y a mi no. Quyero decirles que me eh escapado a un lugar megor donde si me quieran. Los amo mucho, papis. Adios y jracias por cuidar de my estos años, entiendo qe quieran divorciarse de mi. Adios para siempre. Mason :( "

Ariana releyó una y otra vez la carta escrita con crayón rojo. ¿Mason se escapó? ¿A qué horas? Ya era noche. Se sintió tan nerviosa y el miedo recorrió todo su cuerpo. No hizo más que soltar un grito.

Life Was | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora