Capítulo diez

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Ariana se mantuvo callada en la cena. De vez en cuando sacaba tema de conversación, o simplemente le seguía la charla a Will, su cita. Lo había conocido en el trabajo, era su compañero de piso y usualmente ellos hablaban en el almuerzo. Nada especial, pero estos últimos días habían estado coqueteando un poco. Para Ariana, él era una persona amigable y con un buen sentido del humor, le hacía reír y olvidarse por un momento de su difícil etapa de divorcio. No sabía si coqueteaba con él porque le gustaba o porque quería olvidarse de Harry. 

Por más que estaba al cien por ciento consciente de que se separará de su esposo, seguía sintiéndose vacía. Pero simplemente quería olvidarse de sentirse de esa manera.

Hablaban, era un buen ambiente. Ariana bebió un poco de su vino. Por más que intentara concentrase en la plática, el rostro decepcionado de Harry se le cruzó por la mente. ¿Cómo podía olvidar eso? Le dolió verlo así, pero no le diría, no cuando iban a separarse dentro de unos días.

— Luces hermosa, Ariana. Tienes un precioso gusto — le comentó, ella sonrió levemente.

— Gracias, Will. — se sonrojó.

— ¿Y te la estás pasando bien?

— De maravilla.

Quería irse a casa, no porque odiara a Will, sino porque quería estar con sus hijos.

— Y... ¿Qué quieres hacer después? — tocó su pierna encima del vestido. Ariana miró la mano de él. Incomoda se sintió.

— Hmm, no tengo idea. Supongo que ir a casa. Mis hijos y mi esposo me esperan — dijo entre risas nerviosas.

— Vamos, supongo que ese hombre ya durmió a su hijo. No tiene nada más que hacer, supongo — él rió, ella se sintió ofendida — Podemos ir a divertirnos, tú sabes...

— ¿Qué te pasa? — retiró su mano que aún seguía en su pierna, incluso subiendo.

— Somos adultos, Ari. No vamos a desaprovechar la noche — sonrió coqueto.

— Idiota. Mejor me voy — se levantó indignada.

— ¡No te vayas! — lo oyó gritar pero ella le ignoró.

Ariana pidió un taxi y se subió cuando éste llegó. La noche se había arruinado en un segundo por un idiota que creyó que era respetuoso. De todas maneras, la estaba pasando mal: pensando en Harry, en sus hijos y en lo incomodo que fue la cena.

Sólo esperaba llegar y olvidarse de esta noche.

*****

Harry dejó a su hijo dormido sobre su cama, después de cenar y de contar cuentos en la habitación de su hijo, éste se quedó dormido al instante. Luego, fue a verificar a su bebé para ver si seguía dormida, una vez así, se retiró al verla aún descansar. Bajó las escaleras y se acostó sobre el sofá. Apagó las luces de la sala y se acobijó con las mantas para dedicarse a dormir, aunque le era imposible. Eran las dos de la mañana y Ariana no venía. Estaba preocupado.

¿Cómo podía dejar de pensar en que Ariana se fue con otro hombre? Le era doloroso ver a la persona que ama irse con alguien más. Y si, la ama. Estaba decidido divorciarse porque su matrimonio estaba por los suelos y por más que lucharon por salvarlo, no fue posible. Él seguía enamorado de ella como la primera vez y sabía que esos sentimientos no se irían fácilmente, incluso si él encontrara a alguien más.

Cerró sus ojos para dormir, pero en eso, la puerta se abre y sabe que es ella. Fingió dormir, pero oyó a Ariana sollozar. Ella prendió la luz y él abrió los ojos para verla cerrar la puerta. Ella le miró, olvidó que él dormía en el sofá. Discretamente limpió sus lágrimas.

— Ariana, ¿estás bien? — cuestionó con su voz ronca al verla.

— Y-yo... Si, lo estoy. — decidió irse para las escaleras.

— Espera. — él se levantó, ella se detuvo. — ¿Qué pasó? ¿qué te hizo ese hombre?

— Nada Harry. Olvídalo. — volvió a darse la vuelta.

— No te vayas — la tomó de la mano.

— ¡No me toques, Harry! — se alejó de su agarre, éste le miró sorprendido.

— Lo siento — murmuró muy triste.

— No, lo siento yo. Fui grosera, no me hagas caso — negó con su cabeza.

— Claro que te haré caso, Ariana. Me importas, ¿Cuántas veces te lo he dicho? — volvió a decirle.

Ariana volvió a sollozar, Harry se sintió mal al verla así. Ella le abrazó, acurrucándose en su pecho. Él envolvió sus brazos en su pequeño cuerpo. Cerró sus ojos, disfrutando de su abrazo. Hace meses que no abrazaba a Ariana y al hacerlo, se sintió completo.

Se separaron y Harry no dudó en besarla.

Ariana se sorprendió pero decidió besarlo. Sentir sus labios contra los suyos la hacía sentir sana y salva y sobre todo amada. Los carnosos labios de él la hacían sentir viva. Harry por su parte, sintió sus latidos palpitar fuertemente. Se sentía como un adolescente en su primer beso.

— No, no — Ariana se separó — No está bien. Buenas noches.

— Ariana, debemos hablar.

— Es muy tarde.

— Quiero que sepas que te amo.

— Buenas noches — ella le respondió y se fue por las escaleras.

Life Was | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora