4 No me dejes.

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8 años.

Ayer mama estuvo hablando con unos señores extraños, ellos le entregaron dinero, ellos me daban miedo.

Al menos mamá ya esta haciendo algo conmigo, estamos las dos comprando ropa para mi, aunque mi mamá no me hablara pero aun así pasamos todo el día juntas, me sentía tan feliz. Quizá mi mamá me este perdonando.

Cuando llegamos a casa en la noche inmediatamente me fui a dormir con una sonrisa plasmada en mi cara.

Cuando desperté al día siguiente mamá me a puesto un vestido y me a peinado, me veía tan bonita como mi muñeca favorita, dijo que íbamos a salir así que tome mi muñeca y la seguí.
Llegamos hasta un barrio que daba miedo y tenia señores pidiendo dinero o durmiendo, quería sujetar la mano de mamá pero ella caminaba con los puños cerrados y aun tiene esa mirada fría, así que corría para ir a su paso. Llegamos en un callejón y al final de este había un auto, de donde salieron los mismos señores de ayer que al vernos sonrieron me dio miedo así que me oculte detrás de mamá.

-Muy bien aquí esta todo como acordamos.

El señor hablo con mi mama y le mostró un maletín donde había de aquellos dulces raros.

-Cuando quieras puedes pedirnos.

Ella tomo el maletín.

-Pues ahora entrega nuestra parte.

Ellos no dejaban de verme. Mamá se dio la vuelta y camino dejandome atrás

-Es suya.

-Mami, esperame-dije echando a correr pero un señor me sujeto del brazo.

-Tu vienes con nosotros, cariño.

Me asustaba aquel hombre y quería correr con mi mamá. Quería que me defendiera,pero ella seguía caminando.

—Mamá, no quiero que me toque.

«Por favor mamá, pídele que me suelte»

-¡Mama! Ayudame, por favor. -pero siguió caminando- ¡Mamá! Perdón, perdón, me portare bien, pero no me dejes-no me soltaban y mi mamá seguía caminando-Mama, perdoname, lo siento, yo no quería matar a papá.

Se detuvo en la esquina, me vio y lo último que vi de ella fue una lágrima. Después corrió dejandome sola, con aquellos hombres, no deje de gritar y ellos me pegaron y ataron de pies y manos, vendaron mis ojos y boca. Y comenzamos el recorrido a aquel que sería mi infierno.

Eres Mi Perdición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora