Llegue a casa con la respiración agitada y el sudor resbalaba por mi frente.
Subi las escaleras hasta mi departamento cerré con rapidez la puerta y le eche llave, cerré cada una de las cortinas y ventanas. Me eche a mi habitación y azote con fuerza la puerta, me senté en mi cama y me recosté en la pared.
Esperaba nunca jamas en mi vida volver a verlo, quería que la única vez que lo viera sea plasmado en mis dibujos, me sobaba las muñecas como un gesto nervioso, cuando al fin tuve el valor de asomarme por la ventana. Y ahí lo vi, su sonrisa aterradora y sus ojos que reflejaban cuan psicótico esta.
Parpadee y para cuando volví a abrir los ojos el desapareció, joder, ¿me estoy volviendo loca?, quizá el nunca estuvo aquí y sigue... entretenido con Keith. Me puse de pie, por acto reflejo volvi a asomarme pero aun estaba vacia la calle, suspire y camine al baño, me quite toda mi ropa, abri las llaves del agua de la regadera y sin importarme que el agua estuviera fria me adentre en ella, tape mis ojos con mis manos y me trate de tranquilizarme y olvidar el hecho de que lo vi.
¿Por que?, ¿Ahora por que?.
Justo cuando estaba comenzando a vivir como una persona normal y olvidar aquel incidente. Tome el envase del shampo y lo eche en mi puño para empezar a dar un masaje en mi cabeza, iba a tomar la esponja para tallarme el cuerpo pero una pequeña manchita roja habia caido en mi brazo, junte las manos las cuales se estaban llenando de aquel liquido, ahora ya no era agua la que caia sobre mi, si no sangre, grite horrorizada.
Leire... hipócrita.
-¿Quien eres?
Hipócrita, ¿por que evitas lo inevitable?
—¿De qué hablas?
Recuerdas esa sensación cuando tus manos se bañaron de sangre, de la sangre de ese imbécil que siempre tuvo miedo de ti... Eres una rara y estas podrida, una niña que se ha acostado con mas de 100 hombres por culpa de "mamá"— decía con mofa la palabra mamá. Me había hecho un ovillo y cubría mis oídos con mis manos
—¡Basta!.
Débil, te van a herir. Pagales con la misma moneda, haz sufrir a las personas como a ti te hicieron sufrir.
—¡Callate!.—grite con fuerza y las voces cesaron cuando volví a ver mis manos estas ya no estaban manchadas de sangre.
Termine de bañarme y al salir un tremendo trueno cayo, anunciando la terrible tormenta que se venia.
Suspire y abrí la ventana, aun si para otros haría frío para mi siempre hacia mucho calor, me coloque las bragas y el sostén, después una playera larga y un pantalón largo. Odiaba usar ropa corta. Nunca uso faldas ni shorts y mucho menos vestidos, simplemente los odio.
Camine al pequeño refrigerador, saque el envase de leche y lo bebí por completo, tire este y revise cualquier otra cosa para comer... Pero no había muchas opciones.
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Eres Mi Perdición ©
Fanfiction¿Dime qué pasa cuando tus ilusiones de la niñez se desvanecen? ¿Cuándo no comprendes lo que pasa a tú alrededor? ¿Cuándo las personas que decían amarte, te abandonan? ¿Cuándo ves a un ser querido, irse de tu lado sin saber el porqué? Siempre me eh p...