10.- Que dia.

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Genial! simplemente genial!.. si, es sarcasmo.. de todos los lugares ¡¿tenia que venir a este?! Aggg este tipito me va a terminar sacando canas no solo verdes si no de todos los colores!.-seria super, tendriamos el cabello como si un unicornio hubiese vomitado en tu cabeza.- ¡¿Ay no, tu otra vez?! Tengo demasiados problemas con este Idiota como para que tu tambien fastidies.-Pues querida te la aguantas porque aqui seguiré jodiendote la vida.- pongo los ojos en blanco, ¡Que bien! primero Alex y ahora mi conciencia tambien! agg los odio.- el sentimiento es mutuo querida.- pero si tu eres yo y yo soy tu.... ¿sabes que? Olvidalo, terminare como una loca...-ya lo estas.......-.

-¡¿Que?!.- le susurre/grite por la gran idiotez que acaba de decir.
El solo se limitó a reir muy bajito por mi expresión.

-Recuerda que soy tu jefe, y por lo tanto eres mia, de mi propiedad.- me mira divertido miestras que dice aquello.

-¡¿Acaso eres un demente?! ¡¿Que haces aqui, de todos los lugares, por que aqui?!.- yo estaba que me daba algo de la rabia, ¿de su propiedad? ni que fuera un edificio o un animal para tener dueño.

- Solo me divierto.- y sonrió ampliamente.- y verte así enojada te hace ver tierna y sexy.- dijo aun mirandome, yo quede como ¿WTF?, y despues el se dio cuenta de lo que dijo.- Este.... yo.. mmm.. eeh.. nada solo olvida lo que dije.- se rascó la nuca.. ¿nervioso?, baaah me importa un bledo sigo esperando su respuesta. El se aclaro un poco la garganta bajo mi atenta mirada esperando a que hable o diga algo coherente.

-Vengo a cerrar un contrato con Brittany, algo referente al Hotel, y da la casualidad que propuso cenar aqui no tengo la culpa q estes aqui.- dijo serio pero una sonrisa no tardo en aparecer en su rostro.- creo que va a ser hora que regresemos. Yo lo único que hago es pasarle por un costado y dirigirme a mi mesa, de reojo veo que el también se va a la suya pero por un camino diferente.
Llego a la mesa y Eduard fija su mirada en mi, le sonrio.

-¿Todo bien?.- pregunta Eduard devolviendome la sonrisa.

- Si tranquilo todo perfecto.- digo aun sonriendo, el asiente y seguimos platicando un rato más hasta que en un momento el teléfono de Eduard suena, el contesta inmediatamente.

-Sarah ¿que pasa?.- dice con el ceño fruncido.- ok, tranquila, ya voy para allá, calma, nos vemos.- cuelga. Luego me mira de una forma como si me estuviera pidiendo disculpa.

- ¿Que sucede?.- pregunto preocupada por su expresión.

- Lo siento, Sarah, mi hermana esta de los nervios, mi sobrinito de 2 años no para de vomitar, tengo que irme, lo siento.- se levanta a la vez que yo también lo hago.

- Emm, no tranquilo, anda.- y le sonrió de una forma compresiva.

- Ya esta todo pago, y de verdad lo siento, te lo compensare.- y salió rapidamente del restaurante dejandome ahí sola, y sin transporte... super, mi noche no podria ser peor..

Agarro mi bolso y salgo del restaurante, cuando ya estoy en la primera planta, voy directo a buscar un taxi.. me quedo parada al lado cerca de la calle para esperar a que pase un taxi pero nada.. han pasado 20 minutos y nada, de un momento a otro escucho una voz muy conocida para mi por desgracia, volteo y es Alex con Brittany ellos se dirigen a donde un carro negro se estaciona, el le habre la puerta del pasajero como todo un caballero se despiden, ella entra y se va, cuando el se voltea me encuentra allí muriendome de frió, su cara es de sorpresa, me imagino que es porque se supone que ya me habia ido, pero como irme si no hay ningun taxi disponible.

- ¿Que haces?.- pregunta cuando esta cerca de mi.

- No lo se, tal vez esperando a un maldito taxi, ¿que tu crees?.- digo irritada ya de tanto espera y que además con solo su presencia me hace rabiar. El solto una sonora carcajada.

Todo un Dios griegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora