Aproveché que Cristian había ido al baño para contestarle a Simón.
-Pasé una tarde increíble que espero que se repita pronto. También te quiero. Un beso.-
Pasaron cinco, diez, veinte minutos y Cristian no regresaba. Fui hasta el baño y golpeé levemente la puerta.
-Está todo bien?- dije al mismo tiempo que la puerta se abría y él salía de allí tratando de esquivar mi miraba a toda costa.
-Si. Tengo que irme a casa.- dijo otra vez de manera cortante, aunque no tanto como antes.
-Apenas son las 10 pm. Me podés decir qué te pasa? Qué te puso así?- dije mientras lo seguía hasta la sala de estar.
-Puedo preguntarte algo?-
-Si eso hace que dejes de contestarme de esa manera tan desagradable, adelante.- dije algo molesta.
-Vos...tenés, digo...- se notaba el nerviosismo en su voz, y en la forma en la que pasaba sus dedos por su cabello y cuello.- Vos tenés novio? Digo porque quizás a él le moleste que yo este acá y bueno no me gustaría molest...- lo interrumpí soltando un pequeña risa. Él me miró confundido.
-No te enseñaron que no tenés que meterte en las conversaciones ajenas?- dije riendo.
-De qué te reís?-
-Yo no tengo novio. El chico del mensaje, Simón, es mi mejor amigo.- dije riendo aún más por como su expresión cambio de confusión a vergüenza mientras agachaba su cabeza.
-Perdón, pensé cualquier cosa. Perdoname. Aveces soy muy impulsivo.-
-Si, me doy cuenta. Pensé que la pizza te había caído mal.- dije provocando una risita de su parte.
Aclarado el malentendido, servimos el helado en dos compoteras y nos sentamos en el sofá a mirar una película.
A eso de las 12:30 se fue, y justo en ese momento Lu llegó a casa con una sonrisa más grande de lo normal.
-Parece que te divertiste.- dije en tono de burla al verla llegar.
-Es taaaan lindo.- dijo exageradamente mientras dejaba caer su cuerpo sobre el sofá. Me acerqué y me senté a su lado.- Fuimos a comer pastas, tomamos un helado, y caminamos bajo la luz de la luna.- dijo con tono enamorado.- Igual, no me quiero hacer ilusiones.- dijo mirándome.- Pero me invitó al cine el próximo sábado, y me propuso juntarnos a estudiar en la semana.
-Sí, claro, "ESTUDIAR".- dije haciendo unas exageradas comillas con mis dedos, lo que provocó que su mano se estampara en un pequeño golpesito en mi hombro.
-Vamos a dormir dale.- dijo levantándose.- Ah, me olvide de decirte, cuando estaba en la universidad recibí un mensaje de Horacio, el doctor, te acordas?- asentí.- Me dijo que te lleve mañana al hospital, es para un control de rutina simplemente, no te preocupes.-
A decir verdad, no me agradaba para nada la idea de tener que volver a ese lugar en el que me sentía tan...vacía. Pero bueno, creo que no me quedaba otra.****
A la mañana siguiente me levanté, me cambié, me peine solo un poco y me dirigí a la cocina dónde me encontré con Lu. Tomamos la leche con chocolate y las tostadas de todas las mañanas y salimos del edificio rumbo al hospital.
Estaba un poco nerviosa para ser sincera, que tal si me decían que había empeorado, que tenía que quedarme ahí durante unos días o que debía someterme a una operación complicada si quería recuperar mi memoria. No estaba dispuesta a escuchar todo eso. Me sentía bien con mi nueva vida, y aunque me encantaría tener mi memoria de vuelta, estaba comenzando a acostumbrarme. Al parecer Lu notó como mi mente era atormentada con todas esas preguntas que lo único que conseguían era aumentar mis nervios, que ya de por sí tenía muchos. Tomó mi mano fuertemente indicándome que todo estaría bien y que, si por alguna razón no lo estaba, ella no se apartaría de mi lado, estaría acompañandome cada segundo.
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Recuperando Mi Vida
Художественная прозаQue harías si un día despiertas y no sabes quién eres, ni de dónde vienes, ni quiénes son tu familia y amigos, sino puedes confiar en nadie, si te encuentras ahogado en un mar de preguntas sin respuestas, o frente a un camino con infinitas direccion...