Capítulo 4

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Me desperté de golpe, agitada, ese sueño otra vez, ese accidente, los gritos, la gente a mi lado, ese enorme camión y la luz blanca de pronto. Esa secuencia se repetía una y otra vez en mi cabeza.

Me aferré fuertemente a mi almohada, no quería que Lu me viera así, ya que no tenía ganas de dar ningún tipo de explicación.

Cuando logré tranquilizarme y mi cuerpo dejó de temblar y sudar, me levanté hacia el baño, y me di una larga ducha de agua tibia. Me vestí con unos jeans, una camiseta, una campera en tonos beige y blanco, ya que empezaba a hacer frío, y unas zapatillas blancas con poca plataforma. Tenía pensado salir a dar un paseo, a donde sea, pero no soportaba seguir encerrada.

Me dirigí a la cocina a comer algo, y me encontré con mi amiga.

-Ey, hola, que hacés así vestida?- me dijo sonriendo y preparando las tostadas como absolutamente todas las mañanas.

-Hola, en realidad pensada salir a caminar un rato, espero no te moleste- dije sacando la leche de la heladera y preparando una chocolatada.

-Lo siento, pero no puedo dejar que salgas sola- dijo y yo entristecí- Pero...podemos ir al centro comercial, está a unas pocas cuadras. Son un montón de tiendas de todo tipo, desde ropa, comida, juegos y salones de belleza, agrupadas de tal manera que forman un círculo gigante, y en el centro hay una fuente y un pequeño parque con juegos para niños- concluyó.

-Eso suena increíble, me muero por conocerlo- dije

Al terminar el desayuno, esperé que Lu se vistiera y en cuanto terminó salimos del edificio y nos dijimos caminando hasta el centro comercial.

Recorriendo el lugar, me distraje con un vestido color manteca, que quedaba un poco antes de la rodilla, con escote de corazón, adornado con pequeñas perlitas y que caía como seda, súper delicado y femenino, era el vestido más hermoso que había visto, aunque en realidad no había visto muchos en toda mi vida. Al ver lo enamorada que estaba de aquel vestido, Lu insistió para que me lo pruebe.

Entramos al local y le señalamos a la vendedora el vestido y talle que queríamos.
Cuando me lo puse me enamore aún mas de él, se ajustaba perfectamente a mi cuerpo y lucía maravilloso.

Lu me terminó convenciendo para que me lo lleve, no sabía para que lo usaría, pero me ganó su perseverancia e insistencia para con él, así que decidí hacerle caso y terminé comprándolo. Espero no falte la oportunidad de poder volver a ponérmelo.

Nos detuvimos en el lugar de comida rápida a comer una pizza, y luego de un rato, continuamos nuestro recorrido.
Paramos en una heladería, y fuimos a sentarnos a un banco ubicado en el parquesito.

-Como te sentís?- yo solo la miré- Con todo esto digo, el nuevo departamento, la nueva rutina, la nueva...vida

-Creo que es de mucha ayuda tener a alguien que te acompañe y esté a tu lado todo el tiempo. Además, yo tengo que seguir adelante, por toda la gente que me quiere, por mi hermana, ella es lo mas importante para mi en este momento, quiero que sea feliz, y de eso me voy a encargar yo, de darle una vida llena de alegría y rodeada de gente buena y valiosa. Y...mi otro propósito es...descubrir el por qué, recordar el cómo y, sobre todo, saber quién soy, de dónde vengo y hacia dónde voy.

-Yo creo que lo mas importante es vivir el día a día, agradecer esta posibilidad que te da la vida de empezar de nuevo. No pensar tanto, creo que ahí está el problema. Me parece que tenés que dejar que las cosas se den solas. Vos formas tu propio camino, pero el destino ya está escrito. Lo que tiene que ser será, a su debido tiempo, y lo que no, debe ser porque no es lo mejor para vos- no sabía cómo, pero siempre tenía las palabras justas en el momento exacto.

-Gracias- Dije dándole un pequeño abrazo.

Seguimos caminando y comprando cosas. Yo iba mirando las bolsas sin prestar mucha atención hacia donde iba y de pronto siento un golpe y a mi cuerpo caer directamente al suelo en menos de 10 segundos.

Al levantar la vista vi a un chico de unos 18 o 19 años, de cabello castaño claro casi rubio y ojos verdes, muy lindo.

-Lo siento- dijo él extendiendo su mano para ayudarme a levantar ya que seguía en el piso

-Fue mi culpa, no vi por donde iba- dije tomando su mano y sonriendo. Lucia miraba la situación con una sonrisa pícara en su rostro.

-Soy Cristian- dijo ayudándome a recoger las bolsas que habían caído al suelo.

-Agustina, un placer- dije extendiendo mi mano en señal de formalidad, a lo que él rió y estrechó su mano con la mía, depositando un suave beso sobre ella, lo que hizo que me sonrojara.

-Bueno, tengo que irme, mi hermanita me está esperando. Espero volver a verte pronto- nos saludó ambas y luego se marchó.

-Te encanta- me dijo Lu al ver como yo seguía con la mirada el camino por el que se iba el chico con cara de tonta enamorada.

-Claro que no-

-Claro que si- me dijo firmemente mi amiga

-De todos modos, no lo volveré a ver- dije tratando de restarle importancia, sin demostrar lo apenada que estaba por ello.

-Eso nunca se sabe. Ya se esta haciendo tarde, por qué no volvemos a casa mejor?-

-Si, vamos, estoy algo cansada-

Esa noche me costo un poco dormirme. Me quede pensando en aquellos ojos verdes que me habían atrapado esa tarde. De verdad deseaba poder volverlo a ver.
Mi cabeza siguió inventando historias e imaginando momentos hasta que el sueño me vendió y que quede profundamente dormida.

Recuperando Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora