Visita al Hospital

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Me despertó la molesta luz del sol, que traspasaba mi ventana, dándome en los ojos.

Estaba muy feliz. -Ya sabrán porqué-me levanté con mucha energía, me vestí y me peiné con una coleta alta.

Bajé a desayunar y no pude evitar pensar en mi mamá. La verdad, la extraño muchísimo.

Me sorprendió ver una carta sobre la mesa de la cocina. Ésta decía:

"Caro, Te dejé mucha comida en el refrigerador para que la calientes o la prepares como tú quieras. Pasé por algunas cosas. Volveré en unos días, mientras tanto, voy a estar en el hospital con tu madre. Te ama: Tu papá."

Me sorprendió ver esa carta. Tal vez, mi papá pasó anoche cuando estaba en la cena. En fin, hoy iría a visitar a mi mamá al hospital después del colegio.

Después de desayunar, lavarme los dientes y todas esas cosas, estaba lista para irme a la escuela. Pero cuando abrí la puerta, me sorprendí al verlo a él parado ahí, con una hermosa sonrisa.

Corrí a sus brazos y lo abracé muy fuerte.

-¡Hola!- dijo él abrazándome más fuerte.

-¡Hola!-dije separándome con una enorme sonrisa.

-Vine para irnos a la escuela juntos- dijo sonrojándose.

-¡Genial!- dije- Pues vamos.- le di un beso en los labios y él puso su brazo en mis hombros, dispuestos a ir caminando rumbo a la escuela.

~.~

Las clases por fin terminaron. Recogí mis cosas para salir de la escuela. Le pedí a Julia que me acompañara al hospital. Ella aceptó ir conmigo.

Miguel nos acompañó hasta la salida, pero me dijo que iba a pasar la tarde con su mejor amigo, Max.

-Bueno,- nos vemos mañana, novio mío- dije riendo.

-Está bien, novia mía.- dijo también riendo y tratando de imitar mi tono de voz. Los dos reímos. Finalmente, nos despedimos con un beso.

Pude observar que María nos observaba desde lejos, cuchicheando con sus malditas amigas: Regina y Mia.

Las ignoré. Me vale un pepino lo que digan esas taradas.

Julia y yo llegamos al hospital. Al llegar a la recepción, una señora muy amable nos atendió.

-Hola, señoritas- dijo- en qué puedo ayudarles.

-Buenas tardes,-dije yo- venimos a visitar a la señora Raquel Fernandez. Ella es mi mamá.

-Está bien,- dijo revisando unos papeles- pueden pasar. Ella se encuentra en la habitación 23. Esperen a que el doctor salga y podrán preguntarle para pasar a verla. Mientras tanto, pueden sentarse en los asientos de espera.-finalizó con una sonrisa y señalando hacia un pasillo.

-Gracias.- dijimos Julia y yo. Caminamos hacia el pasillo, mientras buscábamos la habitación 23.

Me dolió hasta el alma ver a niños que al parecer estaban muy enfermos. Finalmente , llegamos al dichoso cuarto.

Esperamos, más o menos, como 5 minutos, cuando por fin salió el doctor.

Le preguntamos si podía pasar a ver a mi madre. Él respondió que sí, pero que solo por 15 minutos.

Entré a la habitación. No pude controlar las lágrimas que me salían. Ver a mi mamá entubada y tan grave en esa cama, me partía el corazón.

-Hola, mamá- dije con la voz temblorosa y con unas lágrimas en las mejillas- ¿Cómo estás?

-Hola, hija- dijo tomando mi mano- He estado bien, pero la verdad, en mi interior me siento fatal... mira Caro, eres la persona a la que más amo en este mundo, y... quiero pedirte perdón por todo lo que te hice- dijo apretando más fuerte mi mano- ¿Me das puedes perdonar?

-Mamá,-dije seria- Yo... no puedo...

Ella me miró y sus ojos se cristalizaron.

-¡No puedo irme de aquí sin decirte que te perdono!- dije y sus ojos se iluminaron. También, una hermosa sonrisa apareció en su cara.

La abracé (obviamente, con mucho cuidado) y le di un beso en la frente. Pude sentir que ella sentía paz...
~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Hola a tod@s.

Nuevo capítulo. Espero les guste. Perdón por no publicar antes pero es que no tenía internet. 😊

Denle like y comenten.

Los quiero. ❤️
Sofia🐀❤️

Corazón VacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora