La sociedad de las etiquetas

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La entrada de hoy va a constar de una explicación de cómo yo creo que deberíamos ser educados, tanto en el ámbito doméstico como en el escolar. Sé que es algo completamente utópico ya que la sociedad no va a cambiar de la noche a la mañana, pero yo creo que el mundo sería un lugar mucho mejor.

En mi opinión, ni los padres ni los profesores deberían decirnos eso de "respeta a los homosexuales", "respeta a los musulmanes (o judíos)" (estos son sólo dos ejemplos, pero se aplica a muchas cosas más).

Antes de que alguien me grite que soy una homófoba o algo así, dejad que me explique.

No deberían educarnos para que respetemos a estos colectivos, presentándonoslos como cosas ajenas a nosotros. No deberían diferenciar a los homosexuales, bisexuales y transexuales como algo distinto a nosotros que debemos respetar, sino que debería ser normalizado. Deberían enseñarnos que nos pueden gustar los hombres, nos pueden gustar las mujeres, nos pueden gustar ambos, o incluso puede no gustarnos ninguno, independientemente de nuestro género. No deberían educarnos a todos como heterosexuales, el "salir del armario" no debería ser un hecho, y mucho menos uno chocante y traumatizante tanto para la persona que sale del armario como para su familia, la homosexualidad o bisexualidad no deberían ser algo tan reprimido que lo "descubrimos" cuando somos adolescentes o adultos.

Hoy en día la heterosexualidad es una cosa completamente normalizada (siempre ha sido así), cuando conoces a alguien ya directamente presupones que es heterosexual, y cuando te dice que es gay a veces incluso te supone un shock, te sorprende. Y no debería ser así, deberíamos saber que tanto en los demás como en nosotros mismos lo "normal" no es que te gusten las personas del sexo contrario, sino que no hay nada "normal" (o, por ende, todo es normal), todas las opciones son posibles.

Mi hermana "salió del armario" hace dos años, y para mi familia fue una especie de shock (no digo que se horrorizaran ni nada de eso, pero sí que les sorprendió y las cosas cambiaron bastante). A mí honestamente no me cambió la vida, sí que me sentí orgullosa de que hubiera decidido mandar a la mierda todos los prejuicios y hubiera dicho que le gustaban tanto chicas como chicos, pero para mí ella no es "una bisexual", ella sigue siendo mi hermana y yo la sigo viendo igual, independientemente de su orientación sexual, y eso es algo que la gente no entiende.

He llegado a escuchar sobre madres que, cuando su hijo (hombre) les ha contado que le gustan los hombres, han dicho que ese ya no es su hijo. Ese es su hijo, señora, no ha cambiado nada en él, no es una persona diferente, no ha contraído ninguna enfermedad, simplemente ha decidido contarte cómo es.

Podría seguir hablando de esto mucho rato más, pero creo que lo dejaré para otra entrada porque me estoy yendo del tema principal.


En cuanto a las religiones, más de lo mismo. Es muy diferente al tema de las orientaciones sexuales, ya que éstas son algo natural, con lo que naces, y la religión es algo que adquieres, pero me sirve para hablar del tema de las etiquetas.

Ya para empezar, creo que la educación debe ser laica sin excepción, no se le puede inculcar la religión a los niños. Se debería enseñar que, si lo sentimos, podemos ser musulmanes, podemos ser cristianos, podemos ser judíos, podemos ser budistas, hinduístas o lo que nos dé la gana, o podemos simplemente no tener creencias religiosas. Pero no debemos inculcar ninguna religión concreta a los niños.

A mí personalmente, mis padres no me bautizaron ni me inculcaron ningún tipo de creencia religiosa porque querían que cuando fuera mayor, estuviera informada y tuviera capacidad de pensar por mí misma, eligiera si quiero formar parte de alguna religión o no. Y decidí que no, que no soy religiosa, así como una amiga cuyos padres decidieron lo mismo que los míos ha terminado inclinándose por el cristianismo.


Sobre la razón del título, "la sociedad de las etiquetas", lo he puesto porque considero que los seres humanos, en el siglo XXI, estamos obsesionados con etiquetar a las personas, con fragmentar la sociedad en diferentes grupos, y yo creo que si nos educaran sin estas etiquetas no habría discriminación de ningún tipo, o al menos ésta disminuiría. Porque ahora vemos a personas y en vez de a simples seres humanos a los que podríamos conocer, parece que nos aparezca una ficha mental al lado donde pone "homosexual", "musulmán", "árabe", y todas las connotaciones negativas completamente basadas en prejuicios que se le relacionan a éstas etiquetas.

Evidentemente, en la sociedad en la que vivimos ahora, el sistema educativo que planteo es casi imposible de aplicar, ya que las instituciones religiosas son muy poderosas, mucha gente está completamente en contra de la homosexualidad, la bisexualidad y transexualidad, y otros motivos. Y, además, como ahora dejemos de decirles a los niños que respeten a estos colectivos, arderá el mundo. Yo creo que mi sistema educativo perfecto tiene que esperar a que las personas abran más sus mentes y a que la sociedad aprenda a normalizar cosas que son naturales.

Porque no somos sólo heterosexuales, bisexuales, transexuales, asexuales, negros, blancos, musulmanes, judíos, cristianos, budistas o pastafaris, ante todo somos personas, y mucha gente olvida eso a menudo. Y, como personas que somos, deberían educarnos como un todo, no de forma fragmentaria.


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Nota: honestamente no sé si he dado a entender bien lo que quiero decir, al tocar tantos temas delicados probablemente se han malinterpretado muchas cosas, pero yo creo y espero que se entienda mi punto de vista.

¿Cuál es vuestra opinión? ¿Creéis que realmente vivimos en la sociedad de las etiquetas?

Claire

PD: en la foto de multimedia, la frase que se repite, "labels are for clothes", significa "las etiquetas son para la ropa".

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