Volví a mi habitación justo antes de que Demi se despertara. Me sentía un ninja.
Me preparé la ropa sobre la cama y me metí en la ducha.
Mientras me aplicaba el champú, no podía sacarme de la cabeza a Harry recién levantado: sus rizos despeinados, su torso fornido, pero no era musculado de esos feos, era fuerte. Sus tatuajes; no pude fijarme en todos, pero tenía muchos. Sus calzoncillos, con la goma tan baja que mostraba algo de su vello púbico y el final de la uve, donde tenía otro tatuaje. Su cara de dormido. Y lo que más vergüenza me dio; su erección matutina.
Solo de pensar en aquello último me volví a sonrojar.
Me aclaré el pelo y salí.
Me sequé el cuerpo, me puse la ropa interior y cogí el secador para quitarme la humedad del cabello; no me apetecía secarlo del todo.
Demi entró al baño a ducharse y yo me puse el uniforme, con unos tacones negros atados al tobillo.
Demi salió y yo entré a maquillarme, y a los pocos minutos ya estábamos las dos listas para ir a desayunar.
Después de coger las bandejas con nuestro desayuno, nos encontramos con nuestras amigas en la mesa de siempre.
Ellas ya habían empezado a desayunar.
—Buenos días. - nos saludaron las tres al unísono.
Yo les devolví el saludo con una sonrisa.
—Mañana es viernes: ¿fiesta? - sugirió Anne.
—Lo pasaremos bien. - dijo Demi.
—Está bien. - finalicé yo.
Acabamos de desayunar y salimos del salón, dirigiéndonos a nuestras clases.
Katie Anne y Demi iban un poco más alante charlando, y Sam y yo atrás, calladas.
—¿Te gusta alguien? - le solté de la nada.
—¿Perdona? - dijo, confusa y sorprendida.
—Ya sabes, que si alguien te hace tilín.
Ella se quedó pensando.
—No estoy segura. Si que hay alguien me que hace "tilín", pero no sé si me gusta. - me confesó.
—¿Es Niall? - le pregunté otra vez, directa.
—¿Qué te hace pensar eso? - dijo con una risa nerviosa.
—Dudo que cedas a acostarte con él tantas veces porque sí, y te estás riendo de forma nerviosa. - le dije sonriente.
Ella agachó la cabeza sonrojada.
—No digas nada, ya me destrozó bastante acostarme con él una vez, no soportaría la idea de que supieran que me gusta.
—No diré nada.
Seguimos caminando, cuando unas manos en mi cintura me hicieron sobresaltarme. Di un codazo al estómago de esa persona por acto reflejo.
—¡Lo siento! - grité, girándome para ver quien era y disculparme por tal golpe.
—No pasa nada, tranquila... - dijo Harry, corvado.
Tosió un par de veces y se incorporó.
Sam se adelantó con las otras, y pude ver a Niall y a Zayn en el fondo.
—¿Qué querías? - le pregunté.
—Saber algo de ti.
—Mmm... Tengo tres hermanos: Joshua, Rosie y Sophie. Ahora tú.