Primero de todo; gracias por empezar a leer mi fanfic <3
A ver, el narrador será interno, pero no pondré "Narra Pepito", la cosa es que lo sigáis vosotros. Aunque si veis que es muy difícil de seguir me lo decís y lo pongo. Cuando ponga ** es que cambio de narrador.
Si me comentáseis cada capítulo, de putísima madre. Con un "siguiente" soy feliz. O me decís algo por twitter (@Soyguaysinla_U).
Bueno, creo que no me dejo nada. Espero que os guste <3
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—¿Bajas ya o qué? - gritó mi mejor amiga Demi desde el salón.
—¡Ya voy, plasta! - le contesté calzándome mis botas de tacón negras. Llevar uniforme pase, pero a mí que no me quiten mis tacones.
—¡Venga! - me volvió a chillar. Vale que yo tardó lo mío en prepararme, pero es que me había llamado ya seis veces.
Cogí mi bandolera y me eché a correr por el pasillo hasta el comedor. No sé como llegué de una pieza, porque entre que el suelo estaba recién encerado y la bandolera pesaba mil demonios, ya me veía estampada contra la pared.
—¿Vamos o qué? - le dije con sarcasmo a mi amiga.
—¿No te piensas despedir de tu familia? - rechistó ella. Vaya despiste.
Primero me despedí de mis hermanos. Josh fue el que más se me pegó. Después de mi madre y finalmente de mi padre. Fue con el que más emotivamente me despedí.
—¿Estás lista? - me preguntó Demi, que estaba sentada a mi lado en el coche.
—Por supuesto. - después de mis palabras, arrancó el coche y se puso rumbo a nuestro destino; adiós, Malvern.
Después de tres horas y media de viaje, que no pasaron nada aburridas, porque estuvimos hablando de lo que haríamos allí y estuvimos cantando, llegamos a nuestro destino; la Universidad de Bradford.
Mis notas no eran las mejores, pero que a mi mejor amiga y a mí nos ofreciesen una beca para estudiar allí fue un auténtico honor, además de una suerte.
Bajé a toda prisa del 4x4 de Demi. Iba tan alterada que me comí la tierra; no, no estaba rica.
—¿Necesitas ayuda? - dijo un chico con un bonito acento. Acento de Bradford. Levanté la mirada y ví una mano tendida frente a mí, con intenciones de ayudar a levantarme. Al principio no quise cogerla, hasta que:
—No te voy a pegar el SIDA, y dudo que te guste estar ahí tirada. - no sé por qué, pero me hizo gracia. Le cogí la mano y me levanté. Vale que yo pesaba poquito, pero ese chico tenía fuerza.
Me limpié el polvo, y cuando quise darle las gracias me percaté de que ya de había marchado.
—Mírala, no lleva ni cinco minutos aquí y ya ha ligado - dijo Demi para picarme. Le contesté con una risa sarcástica y me dirigí al maletero a coger mis maletas.
Fuimos con la coordinadora del edificio de las chicas y nos llevo a nuestra habitación. Era bastante grande, pero le faltaba el toque "Chemi".
Guardamos nuestras cosas: cada una teníamos nuestro armario, aunque bastantes cosas las compartíamos.
—Cher. - me dijo, sentándose en su cama.
—Dime. - le contesté dejándome caer en la mía.
—Somos oficialmente universitarias.
Universitaria. Me sonaba raro, pero era un hecho. A saber qué me deparaban este curs en el campus.
**
—¡Cabronazo! - oí que me llamaban por atrás. Solo podía ser él:
—Nialler, capullo, ¿cómo te ha ido el verano? - le pregunté a mi colega después de nuestro choque de manos.
—Pues nada, como siempre; fiestas, dormir, trabajar...
—No me interesa tu vida. Va, dime, ¿a cuántas te has tirado? - le pregunté guardando el casco de la moto en el asiento. Podía sonar mal, pero era típico entre nosotros.
—No Harry, yo no digo esas cosas... ¡más que nada porque perdí la cuenta cuando iba por la 27!
Sí, ese capullo es mi mejor amigo. En realidad es un fantasma, habrán sido diez como mucho, pero le quiero.
—¿Este año también te quedas en tu casa? - me preguntó mientras íbamos de camino a las habitaciones.
—Que va, mi viejo me ha dicho que me quedo en el campus. Pero he conseguido que Zayn, tú y yo estemos en la misma habitación.
—¡Genial! - contestó, seguido de nuestro choque de manos.
—¿Y sabes lo mejor? Que curso nuevo igual a chicas nuevas. - le dije con mi media sonrisa.
—Que ganas de ver qué nuevo ganado tenemos. - me contestó.
—Y lo mejor es que no saben que las vamos a marcar. - dije en plan metáfora.
De nuevo nuestro choque de manos.
Cuando estábamos a punto de entrar en la habitación...:
—VAS HAPPENNIN'? - Zayn, como no.
—Que susto, hijo de puta. ¿Qué tal el verano? - le pregunté.
—Ya os contaré. Ya tengo fichadas a los presas.
Abrí la puerta y nos siguió contando dentro.
—¿Cómo son? - preguntó Niall.
—Las dos son bajitas. Una es rubia, pero teñida, y otra es morena. La rubia tiene unas curvas que flipas y unas tetazas, y la morena es delgadita, pero tiene un culito respingón y muy buen pecho.
—Genial. Acabo de llegar y ya tengo a mi primera víctima - musité.