—¿Qué tal si dejas de estudiar y te vienes a comer? Llevas desde ayer por la tarde estudiando, y todavía no han puesto ningún examen. - dijo Katie, apoyada en el marco de la puerta.
—Mejor prevenir que sacar un cuatro. - dije subrayando un verso de mi libro de Química.
—Id tirando, ahora voy. - dijo Demi, haciendo resonar sus tacones lentamente hacia mí.
—Está bien. - dije Katie. Después se escuchó la puerta cerrarse.
Demi me quitó el libro de delante brucamente y me miró cruzando los brazos.
—¿Qué te pasa? - preguntó seriamente.
—Nada. - contesté cogiendo otro libro.
—Ambas sabemos que si repentinamente te pones a estudiar sin descanso es que te pasa algo.
—No me pasa nada. - dije abriendo una página al azar.
No me contestó, se me quedó mirando, con su mirada penetrante de "ni te moletes en seguir mintiendo".
Suspiré profundamente, aparté el libro y la miré.
—Harry me dijo que no tenía novia y ayer lo pillé besándose con una chica. Pero no a lo asqueroso, con amor.
—¿Y a ti qué más te da que tenga novia?
Volví a acercar el libro y hundí en la cara en él de nuevo.
—No me lo puedo creer. - dijo sorprendida.
Empecé a notar el calor en mis mejillas.
—¿Qué? - pregunté aún con la cara en el libro.
—Te gusta Harry.
—No. - contesté enseguida.
—Sí.
—No. - dije más insegura.
Nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente.
—Sí. - contesté finalmente.
Ella esbozó una sonrisa satisfactoria, pero al acto frunció el ceño.
—¿Cómo es posible que te guste? Es un cerdo.
—¡No lo conoces! - sobresalté.
—¿Y tú?
—Y tanto. - dije de pie, desafiándola con la mirada.
—Ten cuidado. - me dijo dirigiéndose a la puerta.
—Lo tendré. - dije aún mirándola.
**
No había pegado ojo pensando en cómo estaría Cher, en lo puta que era Katerina y en mis sentimientos respecto a Cher.
Miré la hora de mi reloj de muñeca: las 12:47.
Me arranqué las sábanas y me dirigí a la ducha.
Cuando salí de la ducha y me puse el reloj, miré la hora; 13:08.
Me vestí y me encontré con mis amigos en el párking.
—A ver, ¿dónde? - preguntó Zayn.
—Kentuky. - contestó Niall.
—¿Kentuky? - preguntó Zayn mirándome.
Asentí.
—Pues nos vemos allí. - dijo Niall, acompañando a Zayn a su coche.
Yo metí las manos en los bolsillos de mis vaqueros y me dirigí a mi moto arrastrando los pies, con la cabeza agachada.
Tanto que no veía por donde iba y me choqué con alguien.