Capítulo 9
*narrador normal*
Definitivamente hay amores, hay historias y hay personas que te marcan tu vida por completo. Y eso no significa que te vas a casar, que vas a tener un hijo y vas a formar una familia. Son amores que te suman, que te ayudan a ser mejor persona, que hacen tu vida más divertida, amores con los que vives al 100%. Amores que van, vienen y nuevamente se vuelven a ir. Amores que te vuelven débil, que te enseñan a ser fuerte. De esto consta la vida. De aprender. De subir y bajar. De tocar fondo y luego tocar el cielo. Muchas veces creemos que cuando terminamos con la persona que amamos ya no encontraremos a otra igual, y ese es el punto. Encontrar a alguien mejor, que mire el mismo camino que tú. Que te guíe y sea tu complemento, porque aunque no quieras debes aprender a vivir, volver a nacer ...
*narra Adele*
Alex manejaba con rumbo al supermercado, quería comprar algunas cosas para desayunar. Le pregunté si íbamos a su casa, pero me negó con su cabeza. Él estaba sospechoso, no me decía a dónde nos dirigíamos, entonces decidí no hacer más preguntas. Antes de subir al coche con rumbo a "algún lugar" me pidió que me colocara una venda en los ojos para no ver el lugar a que me llevaba. Lo obedecí. Pude notar que el tramo fue largo, ya que estuve casi 1 hora sentada en el coche y él maneja a toda velocidad. Después de un rato sentí como frenaba, ya habíamos llegado, pensé.
-Te ayudo a bajar, pero aún no te quites la venda- me ordenó
-¡Cuánto misterio!- grité
Me tomó de la mano y me ayudó a caminar hasta la orilla de la playa. Pude notarlo gracias al ruido que hacía las olas y el olor del mar. Me colocó justo al frente y me sacó la venda de los ojos. Me abrazó por atrás y me dio un beso en la mejilla. A continuación, gritó con todas sus fuerzas cuanto me quería. Escuché su eco, fue realmente hermoso.
-Esto no es todo- me dijo susurrándome al oído- Hay más sorpresas
-Me gustan las sorpresas- Fue lo único que dije. Estaba tan emocionada que ni siquiera lograba formar una oración.
Caminamos unos cuantos metros cuando de pronto escuché un ruido que venia del cielo.
-Mira arriba- me dijo agarrándome de la mano. Le hice caso.
Cuando posé mi mirada en el cielo vi una avioneta con una enorme bandera colgada que decía : "TE QUIERO ADELE, GRACIAS POR LLEGAR A MI VIDA". Me quedé impactada del hombre tan detallista que tenía a mi lado. No sabía qué decirle. No podía siquiera mirarlo a los ojos.
-Qué maravilloso es poder ir más allá del deseo y del miedo a las relaciones. El amor no desea ni teme nada - Escogí esta frase de Eckhart Toller para ti, me dijo.
Entonces lo besé, sentí como se introducía a mi, era como si nuestras almas se conocieran desde hace tiempo, como si en alguna otra vida hubiéramos sido "él y yo".
*Narra Alex*
Estaba feliz, todo lo que había planeado salió como lo pensé. Si no fuera por mis asesores todavía estaría pensando cómo haría para sorprenderla. De echo, ellos no saben que soy casado y tengo dos hijos, sino no hubiera podido hacer esto.
-Veo que te gustó- le dije
-¡ME ENCANTOOOOOÓ! - gritó ella. Pude ver lo feliz y emocionada que estaba por el brillo de sus ojos.
-Ahora tenemos que desayunar- le ordené. No has comido nada y tienes que alimentarte- añadí
Empecé a sacar todas las cosas que habíamos comprado en el supermercado e hicimos un pequeño picnic. Le serví un vaso de jugo con unas galletas, le daba de comer en la boca y ella hacía lo mismo conmigo. Parecíamos dos niños viviendo nuestro romance. Luego me paré, le di un beso y escribí en la arena con un pequeño palo que había encontrado: "ALEX Y ADELE", lo rodeé de un gran corazón y una flecha atravesándolo.
-Gracias por todo esto- Escuché a Adele hablar a lo lejos
-Gracias a ti por sacar lo mejor de mi- le respondí con una hermosa sonrisa. -Ahora vamos que sino llegaremos tarde- añadí.
Vi que Adele estaba un poco confusa, todo el trayecto se la pasó haciendo preguntas y la verdad me encanta verla así.
-Ya llegamos- le dije mirando el estadio
-¿Me has traído al estadio- dijo confusa
-No es un estadio normal, mira el cartel de ahí" - le señalé. Adele me obedeció y dirigió su mirada hasta la enorme publicidad que encontraba en las afueras.
- ¡Oh mi Dios, Alex... El concierto de Etta! - gritó tan fuerte que pensé que me dejaría sordo.
-Así es, entremos para agarrar las primeras filas-
Bajamos del auto y nos dirigimos a entrar al estadio. Esperamos 30 minutos para que empezara el concierto, Adele estaba emocionada. De pronto las luces se apagaron y supimos que el concierto estaba apunto de comenzar.
-I'm a fool to cry my heart out over someone like you
But I know some, someday baby
You will be a fool just like me, just like me - salió cantando EttaVi como Adele cantaba al mismo tiempo que Etta, me encanta verla así de feliz.
-Deja de mirarme- me dijo
-Estoy apreciando tu belleza- pude notar cómo se iba poniendo roja.
Me gustaba lo que le hacía sentir, el efecto que mis palabras causaban en ella.
Adele se la pasó cantando, bailando y llorando todo el concierto. Yo solo apreciaba a la hermosa mujer que tenía a mi lado, no dejaba de mirarla. Ella es perfecta, perfecta para mí.
-Gracias a todos por venir a mi show, espero les haya gustado- dijo Etta desde el escenario.
Salimos del estadio y subimos al coche, miramos el reloj y marcaban las 11. La llevé a su casa y nos despedimos con un beso. Arranqué el carro y la perdí de vista, entonces me di cuenta que regresaba a mi casa, con mi esposa y con mis hijos. Entristecí.
- "Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma." - Le envié un mensaje.
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