*Narrador normal*
Estuvieron un buen rato sentadas frente al Río Lea, cada una contándoles por todo lo que habían pasado durante un tiempo. Laura pudo darse cuenta que Adele estaba llorando y fue a abrazarla.
-Ya todo pasó- le dijo. Y le dio un beso en su frente. Adele solo asintió y se paró.
Laura y Adele fueron por unos helados. Estaban caminando por el parque cuando de pronto se les acercó un joven.
-Buenas tardes señoritas, yo las conozco de algún lado- Ambas quedaron sorprendidas. Ellas también sentían que lo conocían de algún lugar, pero no recordaban de donde.
-Hola- dijeron Laura y Adele al unísono. -¿Podrías decirnos tu nombre?- añadieron rápidamente.
-SIMON, SIMON KONECKI- respondió el joven. Ambas quedaron boquiabiertas, se miraron fijamente y entonces recordaron a su gran amigo de toda la infancia.*10 años atrás*
-A que no me atrapas- gritó Adele desde el otro lado del árbol.
- VOOOOY POR TI- respondió Simon corriendo hacia ella- ¿Dónde está Laura?- dijo mirando hacia todos lados
- No salgas aún Laura-Laura estaba escondida detrás de una antigua cabaña. No estaba segura de salir de su escondite aún; así que lo pensó. Miro a todos lados y corrió hacia dónde estaba Adele para salvarla, pero fue en vano.
- Las atrapé a las dos- dijo Simon abrazándolas a ambas.
*Presente*
-¡SIMON- exclamó Laura mostrándole su sonrisa más sincera. -Soy Laura, la chica que vestía colores encendidos y la que aún sigue siendo la misma loca de siempre-
-Y yo soy Adele, la niña que siempre atrapabas cuando jugábamos a las escondidas en el parque que se encontraba detrás de mi casa. - Es un gusto volver a verte- Dijo Adele con lagrimas en los ojos.
- Oh por Dios, no puedo creerlo- Simon estaba sin palabras, no sabía que decirles. Estaba feliz de haber encontrado a sus amigas, verlas después de años. Sin duda alguna tenían que salir, hablar y contarse todo. -Vamos por unos helados- Es lo único que pudo articular Simon.Simon, Adele y Laura fueron a una heladería, como lo hacían hace años atrás saliendo del colegio. Parecía como si estuvieran teniendo un Deja Vu, exactamente igual. Definitivamente entre ellos no había cambiado nada, seguía esa confianza, esas carcajadas infinitas cuando estaban juntos. Adele le contó todo lo que había pasado durante todo ese tiempo. Simon no podía creerlo.
-Y esa es mi triste historia- dijo Adele
-Esa ERA tu triste historia, porque ahora estas recuperada, estas renaciendo tu vida y estás aquí, como en los viejos tiempos- le respondió Simon sonriéndole.
-Yujuuuuuuuu, estoy aquí chicos, no me ignoren- dijo Laura haciéndoles unas señas para que les prestara atención. - ¿A mí no me vas a preguntar cómo estoy, Simon- añadió Laura haciéndose la resentida.
-Claro que si loquita, como estas?-
- Pues bien, me convertí en escritora y hago libros para niños. Me va muy bien, muy pronto saldrá a la venta mi próximo libro. Se trata sobre sirenas y esas cosas. - le contó Laura entusiasmada
- Espero que nosotros seamos los primeros en leerlo- interrumpió Adele
- Claro que sí. Cada uno tendrán su copia-Pasaron horas conversando en la heladería hasta que Laura miro su celular y se dio cuenta que era tarde. Simon se ofreció a llevarlas y accedieron.
-Buenas noches- les dijo Simon. -Ojala nos volvamos a ver pronto-
-Buenas noches- dijeron Laura y Adele. -Claro que sí, sabes dónde vivimos y mi mama estará encantada de volver a verte. Aquí siempre has sido bien recibido- añadió Adele.
-Gracias- contestó Simon y se fue a casa.Laura se quedó a dormir esa noche con Adele. Ambas estaban felices por haberte reencontrado con su amigo de la infancia.
-Ya quita esa cara de adolescente- dijo Laura rompiendo el silencio.
-¿De qué hablas loca?- Adele se hacía la desentendida
-¿Crees que no me he dado cuenta de cómo se miraban? Ay por favor, Adele, te conozco desde que eras un embrión literal. Se lo mucho que se querían, pude notar desde que éramos pequeñas que a Simon le gustabas y parece que aún le mueves el piso, porque hoy no te quito la mirada de encima-
-Estas loca, Laura! Creo que el helado te ha hecho mal. Mejor ya duerme, no vaya a ser que empieces a decir más tonterías-
-Ojo de loca no se equivocada, Delly- respondió Laura riéndose para ella.Adele no podía dormir, su mente no se callaba. Estaba pensando en todo lo que le había dicho Laura hace un rato. Ella también había notado que Simon no dejaba de mirarla, pero pensó que era porque no se veían hace tiempo... Ahora está confundida. Tranquilizó su mente y cerró los ojos, no demoró mucho y el sueño empezó a llegar.
*Narra Alex*
Recién han pasado algunos día desde que me separe de mi esposa y ya la extraño. No he podido dormir pensando en lo que podría hacer para recuperarla. Estoy en duda, quiero llamarla, decirle que me perdone, que empecemos de cero. Agarré el teléfono y marqué el número.
-Aló?- se escuchó una voz masculina desde el otro lado del teléfono
-Alo, se encuentra Pamela?- dijo Alex totalmente confundido
- Amooooor, quien es?- gritó Pamela. Alex escucho perfectamente y pudo reconocer la voz. Pudo sentir como el corazón se le hacía añicos. La había perdido para siempre. Colgué.Empecé a pensar en qué momento pudo conocer a ese tipo. Quizá durante nuestro divorcio o quizá al mismo tiempo que yo salía con Adele... No, eso es casi imposible. Tiene que haber sido en el transcurso del divorcio, es la única manera, pero eso ya no importa. Ahora Pamela tiene otra vida y yo estoy aquí lamentándome por lo que hice, estoy aquí solo, me quedé sin ninguna. Pasé todo el día llorando por mis malas acciones, por mis malas costumbres. He perdido mi trabajo, no tengo un lugar fijo donde dormir, mi mamá no quiere que viva con ella porque dice que no aportó nada para la casa... Ahora está mi realidad, tenía todo. Una esposa hermosa, unas hijas maravillosas, tenía una familia y lo perdí por tan solo un gusto. Tengo que empezar de nuevo, tengo que salir adelante y eso haré a partir de este momento.