*Narrador normal*
Muchas veces pasamos por momentos muy difíciles en nuestras vidas. Mientras que vamos creciendo experimentamos una serie de cosas que nos marcan de por vida; como la muerte de una familiar, la pérdida de una persona la cual queríamos mucho o también dejar ir al que le decir ser "el gran amor de tu vida. ¿Algunas vez se han puesto pensar que todos vamos a pasar por esto? Es el ciclo de la vida, pero tenemos que ser fuerte ante esto.
¿Atentar con nuestra vida? No. Debemos ser fuertes y darle cara a los problemas. Nadie tiene el poder de destruirnos, no vivimos por nadie, solo por nosotros y si no nos apreciamos, ¿quién lo va hacer? Es nuestro deber seguir con lo que nos toque, sonreír y volver a comenzar. Dar un respiro.
Pocas veces la vida da una segunda oportunidad y Adele la tiene, ahora solo queda aprovecharla con las personas que la quieren.
-¿Mamá antes de irnos puedo ir a caminar por la ciudad?- le preguntó a Penny.
-Si hija, solo si vas acompañada de Laura- añadió. -Recuerda que el avión sale a las 10 de la noche, no se demoren- Adele sonrió y espero a Laura que terminara de arreglarse, no demoró mucho y a los pocos minutos tomaron un taxi.
-!TAXI- gritó Adele. Estirando su brazo para que parara. - A la única disquera que está en el centro de la ciudad- ordenó
-ADELE! ¿Donde vamos?- exclamó Laura muy furiosa. Adele evadió su pregunta y sólo atinó a sonreírle.
Las mejores amigas llegaron a la disquera rápidamente. Mientras Laura bajaba del taxi Adele se encontraba pagándole al taxista. Caminaron hasta la puerta y Adele empezaba a ponerse nerviosa.
-Es ahora o nunca- le dijo Adele a Laura. Laura no entendía lo que quería hacer su mejor amiga, estaba confundida.
-Adele estas loca, mira que venir a buscarlo después de todo lo qu....- Adele la interrumpió.
Entraron a la disquera y Adele le pidió a Laura que vaya a revisar discos. Luego le contaría todo y Laura aceptó. Adele empezó a buscar a Alex con la mirada hasta que lo encontró. No estaba muy lejos así que no tuvo que caminar mucho.
*Narra Alex*
Estaba sumergido en mis pensamientos, no podía creer que lo había perdido todo, bueno al menos aún me queda este trabajo el cual sostiene mi gastos y así puedo aportar con algunas cosa para la casa de mi madre. Hace 4 meses estoy viviendo con ella y no logro acostumbrarme. Estuve buscando un pequeño apartamento, pero todos los que he encontrado son muy caros, no me alcanzaría para pagarlo. Todos los días me pregunto por qué tuvo que llegar a esto, cómo es que Adele me sedujo y atrapo de esta manera, hasta el punto de engañar a mi esposa, olvidándome de mis hijas... Ahora estoy solo y ellas disfrutando de sus vidas.
-Hola Alex- me dijo una voz sacándome de mis pensamientos. Pude reconocerla rápidamente. Sabía quién era. !ADELE! dije para mí. Volteé rápidamente y sí, no me equivocaba.
-Hola Adele- dije sorprendido. - Pensé que no te volvería a ver-
-Solo pasé por aquí a despedirme. De echo, no me volverás a ver, regreso a Londres hoy en la noche- me contestó. Se le veía bien
-Oh! Qué bien Adele... Tú te ves espec...- No me dejó terminar y pude ver cómo sus ojos se le ponían rojos, quería llorar y estaba aguantando el llanto.
-Estuve 4 meses en el hospital, internada, por todo el daño que le hiciste y si estoy aquí es únicamente porque quería despedirme de ti. A pesar de todo no te guardo rencor y anhelo que tu esposa te perdone y puedan retomar su vida matrimonial. Tienes unas hijas pequeñas, no las pierdas. Lucha y continúa. Me hiciste pasar momentos lindos y quiero que lo sepas, porque después de que hayas escuchado salir de mi boca que estuve internada no quiero que te sientas mal. Son cosas que pasas y tengo que aprender a vivir con esto. De verdad Alex, de todo corazón lucha por ellas - Adele me dejó anonadado. Es increíble cómo ella puede ser capaz de venir hasta aquí solo para decirme que regresa a su país, que luche por mi esposa e hijas y lo más sorprendente que no le guarda rencor.
-Adele... Yo no quería hacerte daño, yo de verdad te quería, te quiero ... hasta ahora, pero creo que no de la misma forma como lo hago con Pamela. Aprecio mucho que hayas venido a decirle todo esto. - Es lo único que pude decirle, todavía seguía impactado y mi mente no podía procesar todas las lindas palabras que me ha dicho. Me pidió que luche por Pamela, pero eso ya era casi imposible. Seguía empeñada con el divorcio.
-Bueno, ahora me tengo que ir. Cuídate Alex- dijo dirigiéndose hacia la puerta. Alzó su mano e hizo una señal de despedida.
-Chau Adele- grité
Volví mi mirada hacia los discos que debía ordenar y me di con la sorpresa que habían llegar nuevos cds de Etta James y Aretha Franklin. Agarré un CD de cada una y me dirigí corriendo hacia la puerta para alcanzar a Adele.
-ADELEEEEE- grité. Ella volteó. Mi di cuenta que no estaba sola, pero eso no me importaba. Corrí hacia donde se encontraba y le entregué los cds.
-Que tengas buen viaje- dije entregándole los cds de Etta y Aretha. Pude ver cómo sus ojos se le iluminaban. Hace tiempo no la veía así y luego de haberla hecho sufrir tanto y sea yo quien ahora le esté sacando una sonrisa significa mucho para mí.
-Gracias Alex- me miró fijamente a los ojos y me sonrió. Fue como la primera vez que la conocí. Con esos ojos que irradian luz, ternura y sensualidad. Le sonreí y volví a mi centro de trabajo.
Todo el día estuve pensando en Adele. Gran chica, gran persona y sobretodo gran corazón. Su gesto de venir a decirme todo eso fue maravilloso. Pocas personas lo hacen y sobre todo tener la fuerza para mirarme a los ojos después de lo que le hice. Estuvo internada y no sabia, no fui a visitarla y eso me hacía sentir culpable. Ahora tengo que empezar mi vida nuevamente, darle el divorcio a Pamela y empezar a vivir nuevamente. Mi teléfono empezó a sonar.
-¿Hola?- pregunté confuso
-Hola Alex, Soy Pamela- Hubo silencio por unos minutos. - Te llamo para decirte que aquí estoy con mi abogado, mañana nos encontramos a las 3 en mi casa. Trae a tu abogado y firmamos el divorcio- me dijo.
- Esta bien, nos vemos- y colgué.
