"Un día para cuatro"
La mañana como siempre comenzó horriblemente ajetreada, yo estaba entrando y saliendo del baño a cada momento, trayendo maquillaje, cambiándome la camisa -- Ya van cinco cambios y todavía no hay una que me agrade-- Hasta peinándome, ya que a mi cabello se le había dado por amanecer alborotado y esponjoso.
El vestido de color lila que había sido mi última opción fue el único por el que pude optar en ponerme, ya que la demás ropa sinceramente me hacían ver o muy gorda o demasiado arreglada, y lo único que haría sería beber un café con Sean en la cafetería, no era como si fuese algún modelaje o algo así, solo será un café.
Tome mi chaqueta de lana --Suave y tibiecita-- la colgué en mi pequeño bolso que atravesaba mi hombro y llegaba a mi cintura. Baje las escaleras y me mire una vez más en el gran espejo que se encontraba en el lobby. Peine una vez más mis enmarañados cabellos, hasta que me rendí, saque mi peine del bolso y me hice una coleta justo en medio, el resto de mi cabello ondulado y rubio lo deje caer por mi espalda.
--Siempre demorándote--Eliot se oía desesperado
-- ¡Voy! --Grite volviendo a guardar el peine y saliendo a trote por las escaleras de la entrada
Un intenso viento frio paso por mis piernas descubiertas y me hizo estremecer. El cielo estaba un poco obscuro, solo se veían algunos rayos de sol asomarse por las nubes que lo tapaban. Me daba un poco de miedo pensar en la lluvia y ya saben porque es... no quisiera que los relámpagos o los truenos apareciesen porque actuaria como la niña mas miedosa del mundo, se que a nadie le gustaría quedar como tal y menos con los tres chicos con los que tengo pensado verme hoy --Dios mío eso suena tan espantoso--
Eliot me dejo a una cuadra de distancia de la cafetería, ya que él no quería que Sean lo viera conmigo o algo así entendí yo. No sé si tomarme eso como una ofensa o sencillamente lo dijo para ayudarme con Sean. Ultimadamente está más distante, sin embargo a veces lo noto celoso con algunas cosas de los chicos, o no sé si realmente sean celos o cosas del, la verdad es que yo no entiendo a Eliot ni un poquito.
--No te pierdas de mi vista, estaré cerca--Dice el sin siquiera mirarme y con su típica cara de serio
--Esta bien--Dije saliendo
Apenas cerré la puerta arranco el carro con todo lo que tenia, hasta se escucharon los cauchos rechinar con la calle.
La paciencia no es mi fuerte, es otro de los pequeños detalles que yo poseo. Y además pienso que la que siempre debe hacerse desear y esperar es la mujer y no el hombre; no es porque sea feminista o algo por el estilo, solo que me parece que los hombres deberían de desear nuestra llegada aunque nos demoremos una hora arreglándonos.
Había pasado alrededor de cuarenta minutos y aun no había señales de Sean por ningún lado, así que decidí que era momento de irme, no iba a esperar más y aparte de que ya comenzaba a molestarme el pensar en que existía la posibilidad que me dejase plantada y eso no es lo peor, lo peor es que tiene mi numero y no es capaz de avisar si va retrasado o simplemente no vendrá. Me levante cerré la silla, agradecí al mesero por su atención, le di su propina y cuando estaba a punto de irme, Sean aparece delante de mi agitado y con un poco de sudor corriendo por su frente. Pero eso no fue lo que más llamo mi atención, si no el intenso color rojo que resaltaba en su mejilla --Un beso--
--Discúlpame Angela, tuve un pequeño problema en el Gym--Dijo sonriendo y apoyando sus manos sobre sus rodillas
En realidad no se a quien quiere engañar, es obvio que estaba con una mujer y por eso se retraso y por eso también lleva ese beso plasmado en la mejilla.
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Jugando a Casarme
RomanceTodo se remota a la antigua Grecia.... Okey... eso no sonó como esperaba, mejor dejemos los rodeos, Mi nombre es Angela Christina Villa Real Deluque (Ya se que mis apellidos son extraños, pero yo creo que mi vida es mucho mas extraña), pero todos me...