Queridos lectores, primero qué nada quiero aclarar qué lo qué leerán a continuación, es nada más y nada menos cómo su nombre lo indica "Una vieja carta para un viejo amor." Verán, hoy mientras ordenaba mi habitación encontré un cuaderno que no veía desde hace unos 3 años, así que le di una hojeada y me topé con una página arrugada, contenía algunos garabatos y algo escrito. Cuando lo leí recordé de que lo había escrito cuando estaba «dolida» por así decirlo, tan solo volver a leer aquellas palabras fue como volver a aquel momento tan triste en que la escribí. Antes de compartirla con ustedes me gustaría agregar que si en ese momento hubiese sabido todo lo que sé ahora mismo, nada de eso hubiese pasado. Pero, no me arrepiento, gracias a ello hoy soy más fuerte.
Una carta para un viejo amor:
Acostada en mi cuarto con la mirada abajo, no pude entender cómo me hiciste tanto daño. Todo era tan feliz, perfecto y sin problemas hasta el día en que tú agostaste mi paciencia. Recuerdo esos días en que decías que me amabas, que nuestro gran amor duraría más que nada y yo te creí esa absurda payasada, creyendo que yo era la única en tu alma.
Yo sé que tuve errores, espero que perdones cada una de las cosas que dije que nunca quise, cada lágrima que salió de mí porque me heriste, cada recuerdo amargo e infeliz de lo que hiciste. Pero ahora estamos mal, lo tengo que aceptar a ti te da igual y a pesar de que te amo yo me tengo que alejar. Estoy agradecida por nuestro dieciséis cero uno doce y por todas las promesas que hicimos esa noche, por nuestro primer beso y todos los demás, por prometerme que "nunca me ibas a dejar". Lo mío fue real, lo tuyo fue jugar, decidiste creer lo que decían los demás. Así que me rendí, no pude resistir los malditos pensamientos que tenias sobre mí. Así que lo creíste, mi mundo ahora es triste, no supiste entender lo mucho que yo a ti te quise. ¿Qué yo no fui perfecta? No era cenicienta, y lo que más dolió fue que me nombraras ramera, creyendo estupideces palabras de la gente. Mientras que mi alma y corazón morían lentamente. Dices que tengo a otro, por Dios no seas tonto, mis amigas saben que tú eres el niño de mis ojos. Te di mi corazón, te amé sin condición y no puedo creer que pienses que fue una ilusión. Fuiste mi primer amor y el único también aunque por ahí te digan que yo a ti te fui "infiel". Espero que me creas porque digo la verdad y sé que también nunca me volveré a enamorar.
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Lo que escribo cuando estoy rota
AcakCada palabra que está escrita aquí, es únicamente mía. Palabras amargas o dulces, van dirigidas a una sola persona. Aunque hay veces en las que solo son mías, no van dedicadas a nadie, simplemente es lo que siento. Son las cosas que guardo, de la...