Esa cuerda floja.

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No hay nada más estúpido que esto.

Esto, esto que late y late y me no para.

Aunque ya he querido que pare muchas veces.

Y si te he perdido, encontraré el camino.

Y si no lo encuentro, hallaré el caminito que dejé marcado en el piso.

Esto no es un adiós.

Tal vez soy la peor persona para comentar, para darte a conocer algo que tienes que espantar,
Que la que siempre tiene miedo soy yo, la que se queda atrapada en el diluvio.

Lo digo tan en serio.

Te mando esto, mi carta de renuncia, ahí especifica mi salida y los motivos.
No te conmuevas de mi llanto, mis ojos rojos y mi tartamudeo.

De nada te he dicho.

Déjame fumarme el mundo, beberme el alcohol de nuestro amor con fecha de caducidad, me tiraré al abandono, me cortaré con los vidrios rotos de las promesas, promesas que no cumpliste, me vestiré de negro para el velorio, traeré los tulipanes y los pondré frente a la lápida que tiene tu nombre.

"No me olvides"

"No lo haré"

"Entonces bésame"

Y nuestro destino, se resumió a esa cuerda floja.

Sigo SintiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora