Regálame una carta.

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El color del espejo, el aroma de la porcelana y la etiqueta de animalitos.

Pasas cada punta del papel al centro,  lames la ultima y la volteas.

Apuntas mi nombre, escribes el tuyo.

Luego le pegas una de esas estampitas de postal que tanto me gustan.

Para terminar, abre tu pecho y sacáte el corazón.

Mételo dentro, pega un sticker.

¿Ves? No es tan difícil.

Siempre fue un trueque injusto, te llevaste el mío, pero solo tengo un pedazo del tuyo.

Lo cuido como a tus recuerdos.

Cuido tus recuerdos como me gustaría que cuidaras los míos.

Recordar tanto de lo que me gusta, me hace olvidarme de lo que me atormenta.

Tu ausencia, tu olor, tus dedos entre los míos.
Por eso te lo pido.

Regálame una carta.

Sigo SintiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora