Y estoy tiritando como la llorona que soy.
Y los afiches salen volando, no me dejan ver por donde voy.
Quiero gritar.
Desde la declaración, hasta ese adiós que hace mis oidos arder.
Quiero correr.
Y es que no estas,
Y las hojas marchitas.
Cosí mis labios, con hilo rojo y magenta.
Tu aliento rebota en mi mejilla, su olor a menta.
Tus ojos tibios, tus dulces brazos,
Tus locos pensamientos y los raros lazos.
Duelen, ahorcan y no he dejado de correr,
No veo el momento, en el que me deje caer.
En tu pecho, en tus espinas,
No veo el momento en que la luz deje de hacer.
Hacer que mis ojos lloren.
¿O eres tú?
¿O soy yo?
He corrido, tanto, tanto.
No encuentro mi punto de inicio, solo veo la meta.
Es oscura, dividida en demasiados caminos,
Me pregunto cuál será el correcto o si es que lo hay.
Un punto negro sobre un mar azul, un río rubio, un punto negro.
Hace frío y solo traigo un vestido,
El calor de tus manos se a ido.
La nostalgia me inunda,
Así se siente haberte mirado.
Volverme a perder en ti, en las puertas cerradas de tu alma, si es que la tienes, si es que la tenemos, ojalá no se haya perdido.
Ojalá no te hubiera mirado.
Ojalá te hubiera olvidado.
Ojalá la hubiéramos quemado.
Las fotos, los tulipanes,
Así nos perdíamos, en las mentes.
En un rincón oscuro.
Tus ojos, sin brillo,
Las ventiscas, suenan cómo un arrullo.
No, no caeré dormida,
No me dominas.
Pero he caído, de rodillas ante tus ojos.
Están opacos, y si prendo el cerillo
Y se enciende la chispa.
Una chispa antes del incendio.
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Sigo Sintiendo
PuisiQuítame estos sentimientos de la cabeza, hazlos desaparecer. Así cómo hiciste con todo. Mis lágrimas. Vivo encerraba en latidos, hazlos desaparecer.
