Sigo Sintiendo

Niña pequeña.

Estoy poniéndome de puntitas y aún así no te alcanzo.

Hablamos de las mismas cosas pero usas diminutivos para referirte a mis labios.

Te miro mal y haces muecas.

¿Qué debo hacer para que me trates normal?

Acaricias mis hombros y besas mi frente.

Trato de que me hables de tu vida, de lo que te acongoja, pero sigues sonriendo.

Tus canciones de cuna arrullan a mis lágrimas y mis quejidos se callan para dejar escapar el aire.

Me dices que te atrape, te escondes entre los árboles y corres demasiado rápido.

Recuerda que debo llegar a mi casa para cambiarme las medias de nylon por unas blancas.

Sigo cómo puedo tu paso, te interesan los insectos y cazas mariposas para mí.

Ya te he dicho que odio los juegos de besos.

Déjame columpiarme en ese roble, se ve fuerte y mis piernas se aferrarán bien a la rama.

Ahora eres el lobo y yo caperucita, la del olor a cigarros en la capucha roja.

Tu eres el lobo devorador de esperanzas.

Atrápame si puedes.

Estoy corriendo, me perderé entre los arbustos, comeré bayas y me ajustaré las tiras del overol.

Ojalá caiga por el agujero del conejo blanco,me fumaré unas penas y haré aros con el humo, hablaré un rato con la oruga azul, antes de que sea mariposa.

No eres mi príncipe azul, tampoco mi aladín, sé que no me mostrarás el mundo ideal porque no existe.

Me raspé las rodillas con la grama.

No estoy llorando, tampoco estoy sintiendo, deja de besar mi herida, te manchas la boca de sangre y barro.

No soy frágil.

No necesito un filtro.

No soy una niña pequeña.

Hola! Soy yo, Isa, quería preguntarles si les gustó su infancia.

Eso trato de transmitir, pero lo que sientan con esto es lo que más me preocupa, si quieres colaborar con mi imaginación, déjame sentir tus sentimientos.

Isa.