Sammy Wilk (Sad)

889 41 11
                                        

LEER CON MÚSICA TRISTE.

Fui al piso que solía compartir con Sam. Todo estaba en su lugar. Las flores que me regaló la primera vez que tuvimos una cita hace 2 años y medio metidas en el tarro transparente de siempre. La manta que utilizamos la noche antes de que pasara, estaba ahí. El bol de palomitas también y los pañuelos con sangre... Empecé a llorar, a llorar como nunca lo había hecho. A tirarme al suelo y a aferrarme a cualquier recuerdo que estas cuatro paredes encerrara, cómo si se me escapara entre los dedos de las manos.

No podré olvidar nada de lo que ha pasado aquí. Nuestra primera vez, la primera vez para mí. Nuestro primer beso, cuando me pidió que me casara con él, las peleas, las cenas en familia. Todo, era todo. Cada rincón de este piso tenía recuerdos.

Fui a nuestra habitación y me acosté en la cama, las sábanas todavía olían a él. A su perfume que nunca se iba de nada, a su desodorante, a él...

Tenía que encontrar un vestido negro para el funeral así que fui al armario. Al abrirlo y rebuscar entre mis vestidos ví una caja que no sabía que estaba ahí. La abrí y lo primero que había era una carta:

"Hola mi vida. Bueno, seguramente cuando leas esto ya no estaré en este mundo. Como ya sabías, estaba enfermo. Hace unos 4 meses fui a revisión... Y me dijeron que me quedaban 3-4 meses de vida. Cariño, no te enfades. Sé que esto no lo sabías, pero espero que respetes mi decisión al no decírtelo.
Ya era definitivo, no había ningún remedio para curar esta enfermedad.

Si estas leyendo esto es que he muerto, pero tranquila. Tú sabes que nunca he creido en esas mierdas de la vida después de la muerte, pero si me equivoco y mientras estas leyendo estoy a tu lado, cómo un espíritu o alguna cosa rara, quiero que sepas que nunca te voy a dejar sola. Eras, eres y serás la única persona que me ha hecho sentir bien, siempre. La única que me ha hecho comportarme como una marioneta porque estaba a tus pies, nena.

Quería decirte, ahora que ya no estoy, que no te quiero, que te amo. Que eres la chica mas sexy, guapa y todos los adjetivos que sean sinónimos de estos. Que nunca me voy a olvidar de tí. Que ahora que me he ido, no te hundas cariño. Se que va a ser difícil salir adelante, porque estas cosas no son fáciles, pero yo sé que tu puedes mi amor.

Sé que seguirás siendo la mujer que me volvió loco cada día de mi jodida vida, que habrá muchos hombres que irán por tí... Algunos buenos y otros no tanto. Pero nena, encuentra a alguien que te haga lo feliz que yo supe hacerte, aunque no lo consiga y aunque no te quiera tanto como yo te quiero. Te quiero en presente. Te quiero en futuro. Te quiero en todas las formas verbales que una vez me hicistes aprenderme gracias a tu carrera, cuando te ayudaba a estudiar.

Mira, cuando no sepas que hacer mira nuestro álbum de fotos. Aunque te duela, mira todo lo que nos ha faltado por hacer. Y hazlo por mí. Porque yo ya no puedo, pero tú, tú si puedes. Si ves manchas en el papel de la carta, son mis lágrimas.

Y ahora te dejo diciéndote que conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado nunca, que tienes a Nate que es mi mejor amigo y el tuyo.

Y que te dejo este vestido que me encanta, para que lo lleves a mi funeral. Y que si me puedes hacer el favor ponte esos tacones negros que me volvían loco, por favor.

Te amo, no lo olvides y no me olvides a mí, meine liebe.

Sammy xx"

Joder, nunca había llorado tanto en mi vida. Abracé la carta a mi pecho y lloré. Lloré porque era la unica cosa que podía hacer.

Le hice el favor a Sammy y me puse lo que el dijo. Fue el peor día de mi vida y a la vez un recuerdo alegre por la carta.

Ocupa un lugar muy grande en mi corazón, que creo que nadie ocupará, o al menos no entero.

Te quiero, Sam.

Imagina MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora