Imagina Magcon

Sammy Wilk

Hacía mucho tiempo que no veía a Sammy, exactamente 9 meses. Desde que me mudé a Nueva York nunca hemos encontrado el momento idóneo para visitarnos y ahora que él ha acabado su gira y yo he acabado mi carrera Sammy vendrá a NY.

Estoy esperando ansiosa en el aeropuerto, el corazón se me va a salir del pecho, ya no podía aguantar más. Las puertas de la terminal se abrieron y busqué desesperadamente con la mirada aquella cabellera castaña que tanto ansiaba ver. Después de un minuto la vi. Estaba con la mirada puesta en cualquier lugar menos en mi. Me acerqué corriendo y ahí fue cuando me vio. Soltó su maleta y me abrazó fuertemente. Un abrazo que los dos necesitábamos, un abrazo que parecía irreal, un abrazo de los que sólo das una vez en tu vida y que es perfecto.

-Te he echado de menos ___, no sabes cuanto. -Me estrechó aún más.

-Yo también Sam, no podía esperar a verte.

-Mírate, -me bajó de sus brazos y me miró- estás preciosa, estás hecha toda una mujer.

-¡Mírate tu Sam!- reímos

-Tengo muchísima hambre, creo que me debes una comida.

-Pues claro, está todo preparado en mi apartamento. -dije entusiasmada y fuimos directos a mi piso.

Le enseñé a Sam todo mi apartamento, le enseñé como no donde dormiría y por su puesto la cocina donde preparamos la comida.

-Comes más de lo que recordaba Sammy. -Dije mirándole divertida.

-Sabes que amo la comida y más si es de tan buena cocinera.- me reí.

-La hemos hecho los dos no tengo tanto mérito.

Hablamos de muchas cosas, de como le iba la vida, de sus padres, de los míos, de sus hermanos; de Nash, Skate, los Jacks y todos los demás de magcon. Ya no estaban tan unidos pero procuraban quedar al menos un par de veces al mes.

Al que más de menos echaba a parte de a Sammy era a Jack J. Él fue al primero que conocí y con el cual me llevaba mejor. Era mi mejor amigo y un hermano, sabe absolutamente todo de mi y con él si que me veo una vez al mes o una cada dos meses.

-¿Que tal está JJ?-Le dije refiriéndome a Jonhson.

-Ah, está bien. Ya sabes, Anne no lo deja tranquilo. Siempre anda detrás de él y siempre cae... Aunque la última vez le sirvió el regañón que le echaste, la ha rechazado dos veces ya. No se quieren, solo se utilizan y son conscientes pero J debe madurar y fijarse por ejemplo en Isabella. Ella está loca por él ___.

-Vaya... Pobre Isabella. Como J no se de cuenta antes de lo que se está perdiendo Isa se va a cansar de estar detrás de él...

Después de recoger la cocina y de tomarnos un café Sam y yo nos quedamos dormidos en el sofá del salón. Nos despertamos justo a la hora de la cena.

-¿Te ha sentado bien la siesta?

-Ya ves, genial.-Dijo desperezándose.

-¿Quieres hacer algo?

-Creo que sabes que quiero hacer. - me miró profundamente y se tiró a mi. Hoy iba a ser un gran día...