Imagina Magcon

Jack Johnson (Sad)

Mi cabeza estaba saturada, demasiada información. ___ está en esa habitación y lo único que puedo escuchar son pitidos de las miles de máquinas a las que esta conectada. No podía escuchar su risa, su respiración, sus insultos en voz baja ni siquiera cuando me regañaba porque hacía mal la cama o porque siempre me dejaba la luz del baño encendida.

No podía, no podía admitir que quizás  hoy sería el último día que la vea. No quiero, no quiero joder... Entonces un pip largo se escuchó y muchos médicos y enfermeras entraron a la habitación. Gilinsky me sujeto para que no saliera disparado a la habitación.

-¡Me duele!-La escuché gritar.

-¡___! ¡___!- Grito, pero no obtengo respuesta. Lloraba de impotencia.

-¡La perdemos!- Gritó un médico.

-¡___!- Joder, lloraba.- Jack sueltame o te voy a pegar un puñetazo que te romperé todos esos preciosos dientes.

-Hermano, no hay nada que puedas hacer.- Dijo llorando también.

-La perdimos...

Entonces mi mundo se vino abajo. "La perdimos'' esas palabras no dejaban de repetirse en mi cabeza.

-¿¡QUE PASA?!- Grité.- ¿¡QUE COJONES PASA!?

Entonces todos salieron de la habitación. Lloraba y lloraba y lloraba y no podía parar. Gritaba de impotencia.

-Lo siento, señor Johnson. Su novia... Ha fallecido.

¿Cómo? No, no, no, no, no, no, no... NO.

-No por favor, digame que es una broma por favor. Digame que esta viva, por favor por favor.

-Lo sentimos mucho señor Johnson. Nada me gustaría mas que poderle dar buenas noticias... Lo último que dijo fue su nombre.

Entonces entré a la habitación en la que yacía su cuerpo. Su bendito cuerpo sin vida... Y me acerqué a la camilla.

-___, cariño. Contesta, despierta. Aunque sea de mal humor. Por favor...- Mi voz se quebró.- No te quiero, te amo. Por favor, no ahora. Iba a pedirte que fueras mi esposa. Por favor, ___. Despierta...- Cogí su mano y repartí besos por ella.

Llegué a su boca y aunque no fuera a corresponderme la besé... Y me recordó al primer beso, a todos. Sus labios aún cálidos eran ásperos... Pero seguían siendo los mismos de siempre. Su mano fría con las uñas pintadas de rojo me recordó a la primera vez que la vi. Era todo para mí. Y ahora, ahora no estaba...

El día de su funeral, el día que esperaba que fuera una pesadilla. De la que podría despertarme y sentir que ella seguía a mi lado en la cama...

Pero nada de eso fue, la enterramos y me fui a nuestro piso en el que había vivido. En el camino en el coche sonó The Scientits de Coldplay. Su canción favorita de su grupo favorito. "Lo último que dijo fue su nombre". Entonces esperé a que alguien empezara a cantarla. Pero no, nadie lo hizo, pero yo. Yo sabia que ella estaba a mi lado. Y que estaba cantándola...

¡Hola! Bueno, siento que el primer capítulo con Johnson haya sido triste. Pero espero que os guste.