-Esto no puede ser posible -murmuré. Volví a pellizcarme, una y otra vez. El único resultado que conseguí fue que la piel de mis brazos adoptara un color rojizo. -Thomas ¿dónde está mamá? -él señaló hacia fuera de la puerta aún con la boca algo abierta por mi actitud anterior. Probablemente creía que necesitaba un tratamiento urgente, y vaya que sí tenía razón.
Me dirigí hacia donde mi hermano menor me había señalado, al salir del cuarto divisé una gran escalera. Era más que obvio que debían estar abajo preparando el desayuno. Bajé las escaleras casi corriendo y aún con mi pijama puesto. Olfateé un delicioso aroma a pancakes y enseguida seguí la dirección del olor para guiarme hacia donde mamá los estaría preparando, una cocina, claramente. Al llegar, por primera vez me detuve a contemplar el lugar, todo era diferente a mi antigua casa. ¿Cómo rayos había ocurrido esto? -Oh, querida, ya te has despertado -mamá volteó hacia mi depositando el gran plato de pancakes en la mesa. Noté a mamá más cambiada, no, no cambiada, si no... relajada. No tenía el ceño fruncido que solía tener, se la veía tranquila y radiante. -Preparé esto especialmente para tí, tus favoritos -luego de decir eso me dedicó una hermosa sonrisa a la que no pude evitar corresponder, mamá estaba incluso más amable de lo habitual. Pero se la veía sincera, no como antes, cuando ella sonreía todo el tiempo pero yo notaba que en el fondo estaba agotada de mantener su sonrisa firme y hacer como si nada le pasaba. Acepté el plato de pancakes y me dispusé a comerlos, necesitaba estar alimentada para empezar con el interrogatorio. Cuando iba por el ultimo pancake papá llegó a la cocina. También pude notar el gran cambio en él, no tenía casi ninguna arruga. Y por primera vez en mucho tiempo, había llegado sonriendo a la casa. Me saludó cariñosamente y me dispuse a comenzar con las preguntas. -Oigan -dije como para hacerme notar. Al parecer funcionó. Los dos voltearon rápido hacia mi y pusieron cara como para que prosiguiera -¿Qué es todo esto? -fruncieron el ceño -Sí, ¿por qué estamos en esta casa? y... ¿cómo hicieron para conseguirla de la noche a la mañana? es decir, yo estaba durmiendo en mi cuarto viejo y desperté aquí, eso es técnicamente imposible. ¿Podrían explicarme qué rayos pasó? -al parecer mi comentario fue humorístico, debido a que los dos comenzaron a reír y a verme como si fuera una rara. -¿Qué es lo gracioso? -pregunté seria. -Vamos, díganme qué es lo que los hace reir tanto -ellos frenaron la risa.
-Hija, esta es tú casa hace un año completo, no la conseguimos de un día para otro. Y... con respecto a lo de tu cama no lo sé, seguro tuviste un mal sueño que te dejó un poco chiflada -la respuesta de mamá sólo logró que mi enojo aumentara. -Entonces explícame como la conseguimos no? Y también dime por que el noticiero estaba dando el clima de Los Ángeles y no el de Texas. -repliqué
-Serena por dios ¿te has caído de la cama? ¿te golpeaste? ¿por qué de repente olvidas todo? Vivimos en Los Ángeles hace un año cariño, desde que tu manager te descubrió debimos mudarnos de Texas ¿qué acaso no lo recuerdas? -mamá parecía exhausta de tener que dar esa ardúa explicación, pero su explicación no generó en mí más que confusiones. Anoche dormí en mi habitación, en Texas. Despierto por la mañana, en otro cuarto, otra casa, otro estado y descubro que ya es otro año y que también soy cantante. ¿Cómo hace una chica de 18 años para asimilar eso en sólo un par de segundos?
-Pues si todo eso es cierto... muéstrenme a mi manager -fueron las únicas palabras que pude articular. Si esa "manager" existía, me daría una larga explicación sobre esto de la cantante. Estoy segura que todo esto no es más que una buena broma que me han jugado mis padres junto a Thomas. Aunque tengo que admitir que por un minuto llegué a creer que era verdad, sólo por un minuto lograron engañarme, buena jugada familia.