Kendall Jenner. Genial. Su ex novia. La misma que estaba viendo hoy en el reality, ¿que no podía simplemente quedarse en la televisión sin molestar a nadie? Lo peor fue cuando luego se tiró a los brazos de Harry sonriendo -¡Dios! Te he extrañado tanto -¿Q-qué? ¿Ellos no habían terminado? Automáticamente me alejé de esa escena, ya no quería ver absolutamente nada más. Llegué prácticamente corriendo a la puerta del baño de chicas, antes de abrirla miré por un segundo hacia donde Harry y Kendall se encontraban. Al parecer, ella le estaba hablando muy animada, pero él no le daba mucha atención, parecía buscar a alguien con la mirada. Probablemente a mí. Pero ya yo no volvería con él. Me había decepcionado suficientemente por hoy.
Entré en el baño y por suerte, no había nadie. Observé mi reflejo frente al gran espejo que estaba ahi. Suspiré y, sin poder evitarlo, varias lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas. ¿Por qué había sido tan estúpida? ¿Por qué? Nunca debí haber pensado en Harry como algo más que un conocido. Conocía su reputación de antes, pero pensé que había quedado en el olvido, al parecer no. Y.. ojalá al menos pueda ser feliz con esa Kendall. <<No engañas a nadie. Sabes que tú debes y quieres estar a su lado. No ella.>> Estúpida conciencia. Tomé algunos pañuelos que tenía en mi cartera y limpié las lágrimas que adornaban mi rostro. No iba a irme ahora, no podía demostrar ser tan débil ante todo. No era la Serena de antes, ya no. Y debía tenerlo bien presente. Así que retoqué mi maquillaje y salí de nuevo hacia el salón. Finalmente pude divisar a Emma y... adivinen qué. Sí, estaba bailando muy divertida junto a Rupert Grint. Ella me vio por un momento y me sonrió emocionada. Levanté mi pulgar y le sonreí también. Era bueno saber que ella la estaba pasando bien. Ahora.. ¿dónde estaría Grace? Hace bastante que no la veía. Comencé a caminar por el costado de donde las personas bailaban y finalmente la vi, estaba charlando con Niall, Liam y... ¿Ed Sheeran? Sabía que Grace era súper fan de Ed, así que decidí no ir a molestar. Aunque me hubiera encantado conocer a Ed, pero ya le preguntaría a Grace luego. Ahora que lo notaba, mis amigas parecían tener cierta debilidad por los pelirrojos. Reí para mis adentros y me dirigí nuevamente a una de las barras más cercanas. Mientras tomaba un daikiri de durazno me dispuse a revisar mi móvil, muchos mensajes, incluso uno de Harry preguntando dónde estaba. Lo eliminé al instante. Seguí revisando y encontré uno que llamó bastante mi atención, el número no aparecía y decía Desconocido. Lo abrí y me encontré con un texto simple con las palabras "Ya no queda tanto." ¿Qué significaba eso y por qué alguien me lo enviaba? ¿Quién me lo enviaba además? Mientras me hacía más preguntas, alguien se apareció enfrente mío. Levanté la vista y pude distinguir a un guapo rubio de ojos claros, Jamie. Él me sonrió. -Eres Serena, ¿cierto? -yo asentí con la cabeza y respondí -Y creo que no me equivoco al decir que tú eres Jace en Cazadores de sombras, ¿no? -él rió y asintió también. -Pues no, no te equivocas. Pero hoy dejé las runas en casa, me hago pasar por un actor británico llamado Jamie. -reí ante su chiste. Este chico ya me caía bien, al parecer era muy divertido y amable. Él tomó asiento a mi lado y charlamos por un largo rato. Confirmé mis sospechas, Jamie era tan genial como lo parecía. Counting Stars de OneRepublic se escuchaba a fuerte volumen. -¡Oye! Yo amo esta canción -dijo él. -¿En serio? ¡También yo! Vayamos a la pista -lo tomé rápido por el brazo y comenzamos a bailar haciendo pasos raros y cantando a la vez. La verdad era que me la estaba pasando genial. Pero claro, lo bueno no dura para siempre.
Divisé a Kendall junto a Harry bailando cerca de donde yo estaba. No podía despegarles la mirada. Jamie preguntó si estaba bien y le respondí que sí. Seguí bailando pero aún no podía desconcentrarme de la escena. Lo peor fue cuando vi como ella lo tomaba por el brazo y lo llevaba cerca de la barra, comenzó a decirle cosas al oído y noté como ambos reían. La rabia me invadía de pies a cabeza. Quebré por completo cuando sin pensarlo, ella agarró su cara rápidamente y lo besó. Y él no se separó.
Un nudo en mi garganta comenzó a sentirse, debía bloquear las lágrimas. Dejé de mirar la escena e intenté pensar en otra cosa, no podía arruinar mi día por un estúpido chico. Decidí avisarle a Jamie que iba con mis amigas, él asintió aunque no me retiré sin antes haber intercambiado números. Me dijo que algún día iríamos a McDonald's juntos, ya que ambos adorabamos la comida chatarra. Me despedí y gracias al cielo encontré a Emma y Grace enseguida, esta vez estaban juntas, estaban sentadas en uno de los mini-livings con Louis y Niall. Al llegar todos me miraban acusadores. -¿Qué pasa? -pregunté riendo. -Te refieres a ¿qué pasa con nosotros o qué pasa contigo en Harrylandia? -sonreí un momento por su broma hasta que recordé todo. Louis frunció el ceño. -Creo que será mejor que se lo preguntes a Kendall Jenner -bajé la mirada. Noté que todos se pusieron incómodos. Niall tenía el ceño fruncido aún. -¿Harry está ahora con esa zorra? -todos soltamos inevitablemente una carcajada. -¿Qué? ¡Es cierto! Cuanto te apuesto a que le dio muchos tragos a Harry antes. -Louis asintió y comentó -Lo que dice Niall es cierto, Harry no la soporta. Así que debe estar completamente ebrio para estar con ella -asentí pero aún no estaba segura de las cosas. Además, Harry no tendría que haber bebido tanto, tendría que haber sabido que eso pasaría. -Bueno, creo que sería mejor que dejemos el tema por un rato ¿no creen? -pero claro que faltaba una acotación de Emma. -Serena, ese patán merece unos buenos golpes ¿realmente no quieres darle su merecido? -volví a reir. Emma siempre me hacía reir con sus chistes, lo mejor es que no eran chistes. Casi siempre lo decía en serio.
-¿A quién le darán su merecido? -Otra vez no. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?. Hice una mueca de desagrado. Aquí estaba de nuevo, se notaba en su voz que estaba ebrio. Y esta vez vino sin compañía. Louis y Emma se miraron con una sonrisa malévola automáticamente. Tomaron una bebida de fresa que había sobre la mesa y se la arrojaron en la cabeza. Él tardó un momento en reaccionar. -¿Q-qué hacen? -todos reimos y él se fue enfadado. Sin embargo había sido muy divertido, pues ya tenía su merecido.