Estábamos organizando los colchones frente al televisor, pues hoy, tendríamos una pijamada en festejo por el concierto. Sé que la mayoría de los famosos harían una fiesta después de un concierto así, pero ese no era mi estilo. Yo simplemente prefería volver a casa, ponerme cómoda y divertirme un rato con mis amigas que estaban de visita. Terminamos de colocar las almohadas en los colchones, encendimos el estéreo y pusimos música. 22 de Taylor Swift comenzó a sonar. Comenzamos a bailar y cantar, Emma encendió su cámara y comenzó a grabarnos mientras haciamos tonterías, le cantábamos a los osos de felpa, nos tirábamos almohadas, haciamos muecas a la cámara; simplemente era genial lo poco que me preocupaba todo lo demás cuando me divertía de verdad. Seguimos bailando y haciendo tonterías con otras canciones hasta que decidimos que ya estábamos aburridas de eso, nos acostamos en los colchones y pusimos nuestra película favorita, "A walk to remember". Esa película era perfecta, y siempre terminabamos llorando. Eso era inevitable. Al terminar la película, y acabarse también las palomitas, estábamos agotadas, sobre todo yo, pues a la noche había sido el gran concierto y todo el día me la había pasado haciendo cosas. Sin embargo, nos pusimos a hacer zapping en la televisión por si encontrábamos algo, cuando me detuve en Disney. Estaban pasando High School Musical 2, estaban en la parte en que Troy y Gabriella comienzan a cantar junto a Kelsey en el piano. "When I hear my favorite song, i know that we belong. Oh, you are the music in me. Yeah it's living in all of us, and it's brought us here because, because you are the music in me..." Comenzé a sentir algo extraño en mi estómago al escuchar la canción. Enseguida tomé el control remoto y apagué el televisor. -Hey, ¿qué te pasa Serena? Era una de las partes más bonitas -se quejó Emma. Grace también me miraba con cara de ¿Por qué hiciste eso?. -Lo siento chicas, es que de verdad estoy cansada... -dije poniendo mi mejor cara actuada de "lo siento". -Está bien, pero entonces hablemos sobre algo hasta que el sueño se apodere de mi -recomendó Emma. Sonreí. Eso significaba poner las almohadas en el centro de los colchones y acostarnos formando una ronda. Así era más fácil y más poético conversar. Pues no miraríamos nuestras caras y... simplemente se siente mejor hacerlo así. Terminamos de acomodarnos y Emma lanzó un suspiro. -Bien, ¿sobre que hablaremos? -dijo. -¿Qué tal sobre el amor? -sugirió Grace. Levanté una ceja, aunque sabía que Grace no me vería. Pero aún así, ¿desde cuando Grace quiere hablar sobre el amor? Es decir, no es un tema de conversación que suela tener con ella. Es bastante tímida, aunque sí ha tenido novios. Pero... ¿estaría en algo? -¿Por qué sobre el amor Grace?, acaso tienes algo que contar? -Pude sentir incluso sin mirarla, la sonrisa que se dibujaba en su cara. Lo sabía, a Grace le gustaba alguien. Nunca se me escapaban los detalles. -Grace, vamos, cuéntale a Serena de tu chico... -comentó Emma. -¿Cómo es eso?, acaso Emma lo sabia y yo recién estoy enterándome? Eso no es nada justo de tu parte Grace -dije en un tono acusador. -Lo siento mucho, Serena, es que apenas fue hace dos días... -respondió mi amiga apenada. -Aún así no tienes excusa, podrías haberme llamado, enviado un mensaje, llamado a Thomas, papá, mamá, a mi manager, podrías haberme enviado un mensaje directo en Twitter, un fax, un correo electrónico, una señal de humo, una botella con una nota adentro. ¡Tantas opciones! -suspiré fingiendo frustamiento mientras Grace y Emma reían. -Ya puedes contarlo -avisé.
-Bueno... en Stanford conocí a un chico. Lo que pasó es que me confundí de casillero, no sé exactamente por qué. Yo nunca me había confundido. Pero ese día, lo hice. Intenté abrirlo tantas veces que incluso busqué en la notas de mi teléfono la combinación, pues la tenía anotada allí. Y no, intenté algunas veces más y... nada. Estaba frustrada. Ya estaba por tocar la campana y aún no podía sacar mis libros. -hizo una corta pausa para poder masticar y tragar el Skittle que le acababa de pasar. -Entonces un chico tocó mi hombro. Volteé y ahí estaba él. Dicen que cuando vez a la persona de la que te vas a enamorar parece que el mundo acaba allí. Y definitivamente lo comprobé ese día, ya que me quedé mirándolo unos segundos y no pude advertir que una chica iba corriendo en mi dirección y pues... me chocó. Se disculpó y siguió corriendo rápido, supuse que algo le había pasado. Pero eso no es lo importante, el chico me dijo que estaba en el casillero equivocado, que ese era el suyo. Me golpeé automaticamente la cabeza con mi mano, había sido una tonta, mi casillero estaba a dos lugares. Agradecí al chico y volví a mi casillero, saqué apresurada los libros y volvi al salón. Supe que me había gustado mucho porque... no podía dejar de pensar en él. Y pues bueno, todo lo demás fue rápido, comenzé a verlo muchas veces por la cercanía de los casilleros y siempre nos sonreíamos, hasta que un día me pidió mi numero y bueno... me invitó a salir. Todo fue hace dos días. Fuimos por un helado y me confesó que le gustaba, le dije que también a mi y ambos dijimos que podríamos intentar algo. Eso fue todo, aún no he hablado con él en persona de nuevo. -finalizó. Emma y yo suspiramos dramáticamente. -El amor joven es tan dulce -dije en tono poético. Grace rió. -Cállate, eres incluso más joven que yo. -y volvió a reir. Todo iba bien hasta que Emma se atrevió a preguntar -Y a ti Serena, ¿como te va en el amor? -silencio incómodo. -Oh, vamos Serena. No me digas que eso que hubo entre Harry y tú hoy no fue amor. Ambos se miraban como si no pudieran dejar de hacerlo -fruncí mi ceño, aún sabiendo que no me veían. -Es cierto Serena, incluso en un momento estaban tan cerca que, parecía que él iba a besarte -replicó Grace.
-¿Qué? ¿Qué cosas dicen? Eso no es cierto -dije negándolo a toda costa. Pero había una parte en mí que no quería negarlo. Una parte en mí que admitía que eso era cierto. Quería eliminar esa parte. -Serena, admítelo. Sentiste algo en ese momento. Sus miradas no se despegaban. -dijo Grace. -Bueno... a decir verdad, sentí algo. Pero fue como que la música me llevaba. Que solo estaba cantando una canción junto a él pero, que el mundo había desaparecido. No creo que sea nada, sólo es efecto de la música. -Emma y Grace se sentaron como ráfagas a mi lado, yo seguía acostada, sólo que ahora podía verlas a mis costados, mirándome con los ojos abiertos como platos. -¿Qué? -dije confundida. -Serena, ¡estás enamorada de Harry! -dijo Emma para luego soltar un pequeño grito de emoción junto a Grace. Eso era técnicamente imposible. ¿Yo? ¿Enamorada de Harry Styles? Imposible. Sé que sentí algo diferente cuando canté con Harry, pero eso no significaba que fuera amor. Tenía mis defensas muy altas para poder enamorarme tan descuidadamente. No podía pasar así. Estaba un 99% segura de que no estaba enamorada.
-Serena, ¿en quién piensas tanto? -preguntó Grace con un tono de picardía. -En nadie, ya, mejor vamos a dormir. -ellas asintieron y nos acostamos. Estaba de espaldas a Grace y Emma, muy curiosamente no podía dejar de pensar en lo que me habían dicho, quería dejar de hacerlo y simplemente dormir. Pero no podía. Era frustrante. Mientras continuaba pensando, sentí mi teléfono vibrar bajo la almohada. Un nuevo mensaje, el remitente era desconocido, iba a eliminarlo pero... tenía curiosidad de saber de qué decía. "Serena, siento molestarte a esta hora, es que apenas ahora tengo mi celular. Sólo quería decirte que la pasé muy bien cantando contigo hoy. Y... espero verte pronto. Que tengas buenas noches, Harry xx", ¿qué? ¿cómo rayos había conseguido mi número? Aún así, me parecía muy dulce de su parte haberme enviado un mensaje y... ¿qué estaba diciendo? no era dulce. Sólo era normal. No era nada. Aún así le contesté sin pensarlo. "¡Gracias Harry! yo también la pasé muy bien cantando contigo. Buenas noches, Serena. xo". Y luego de eso recibí un mensaje de él con una carita feliz, decidí no seguir respondiendo pero... no podía sacar la sonrisa que estaba en mi rostro, ni la pude sacar antes de quedarme completamente dormida.