Lunes por la mañana. Maldita escuela ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ir a la escuela? Y lo peor es que no contaba, porque no es mi mundo. Gruñí desde que desperté, hasta que abrí mi closet y vi la ropa que Alice me había dejado preparada. Ella había dejado lista mi ropa para toda la semana. Lo había estado haciendo las últimas semanas. Lo cual agradecí enormemente. No tenía que preocuparme por combinar o por el cambio del clima. Me alisté y me maquille un poco, no era vanidosa, pero mis amigos eran seres inmortales con una belleza desgarradora. No quería ser el patito feo.
-Buenos días tío Charlie -serví el desayuno.
-Buenos días Juliet. Gracias por el desayuno.
Asentí y desayunamos en silencio. Conocía a Charlie y sabía que no era muy hablador, le gustaba el silencio. Primero se fue Charlie y después de dejar todo en orden, me fui a la escuela. Llegué temprano y aún los Cullen no había llegado. Me estacioné lejos de Mike, pero de todas formas por el retrovisor noté su mirada en mi auto. Suspiré, ya no sabía de qué forma hacer que se aleje de mí. Una parte de mí deseaba que Isabella apareciera para quitármelo de encima y la otra me quería golpear sólo por desear lo primero. En cuanto ella estuviera aquí, la atención de Edward estaría totalmente en su cantante. Por lo tanto no quería, Edward y yo ahora éramos buenos amigos y pasábamos mucho tiempo juntos. Aún tenía unos meses para disfrutar de la compañía de Edward, sin mi primita babeando a su alrededor. Escuché un golpe en mi ventana, gruñí molesta y procuré no hacer tan evidente mi rostro molesto hacia Mike. Al voltear, sonreí al ver que era Edward. Tomé mi mochila y bajé del auto.
-¡Hey! -lo saludé.
-Hey -me sonrió de lado- ¿Quién creías que era?
-Newton -suspiré- gracias por aparecer. Ese chico tiene un manual de cómo acosar a una chica.
-¿Quieres que lo asuste, Juliet? -Sonrió Emmett.
Me reí y negué divertida. Saludé a todos los Cullen. Aunque Rosalie y Jasper aun desconfiaban de mí, no eran tan hostiles como los describía el libro.
-Creía que te agradaba Newton -Edward caminaba a mi lado.
-¿Qué?
-Te he visto sonreírle, Juliet. Has sido muy amable con él.
-Que sea educada, no significa que me agrade, Edward. Mis padres me enseñaron cómo comportarme, pero también me enseñaron a defenderme y créeme, en el momento que se pase de la raya. Lo pondré en su lugar y déjame confesarte, que se está acercando a mi límite.
Edward me acompañó a mi clase y Jessica me interrogó sobre mi relación con los Cullen. Esa chica no se cansaba. Sólo le sonreí y le dije que eran buenas personas, que no hiciera una tormenta por tener nuevas amistades. Alice llegó cuando acabó mi primera clase y casi corrí a abrazarla en cuanto la vi. Suponía que mi pequeña vidente había visto que atacaba a Jessica y decidió intervenir antes de que fuera llevada a la comisaría por cortarle la lengua a Stanley. Jessica era una molestia cuando quería y también cuando no. Le había mandado educadamente al diablo, pero esa chica no era fácil de persuadir.
-Enserio Alice, esta gente es la más chismosa que he conocido en mi vida.
-Es un pueblo pequeño, Juliet. No tienen mucho entretenimiento.
-Entonces si la golpeo ¿Crees que sea mucho entretenimiento para que me dejen de molestar?
Alice me miró divertida y negó. Suspiré resignada y en las siguientes clases me pegue a Ángela. Mike, era otro que me acosaba. Estaba muy preocupado por mi nueva amistad con Edward.
-Mira, Mike. Te agradezco tu preocupación por mí, pero tengo mi propio cerebro para saber escoger mis amistades -casi le grité cuando llegó a mi límite- Así que si no te agradan los Cullen, lo siento por ti. Pero a mí sí y seguiré siendo su amiga -iba a replicarme, pero me di media vuelta y caminé deprisa a la cafetería.
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Antes de crepúsculo.
FanfictionJuliet acabó en el mundo de crepúsculo. Intenta pasar desapercibida por los Cullen, pero cuando su personalidad llama su atención. No hay nada que pueda hacer, más que pretender que no le gustan los ojos dorados de Edward Cullen. ¿Podrá Edward no e...