Capítulo 6.

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Lo sé. No tengo vergüenza, pero bajo varias amenazas de muerte por parte de ustedes. No tuve opción más que continuarla. jajaja

Ya enserio, gracias por el apoyo. Incluso después de meses sin actualizar. La verdad este capítulo me costo más que todos los demás. Lo tenía casi completo, pero no me convencía del todo. Lo cambie sin mentir, alrededor de 5 veces. Tenía el concepto de lo que quería, pero me costo llegar a ello de forma natural, sin presionar al carácter de Edward y Juliet. La verdad quedé contenta con el resultado. Espero que a ustedes también les guste ¡Disfrutenlo!




Debía negarlo. Debía negarlo con todas mis fuerzas. Edward no podía saberlo, sería mi fin. No quería escuchar el clásico, te quiero como amiga. Eso sería un duro golpe a mi corazón y a mi ego. Me armé de valor, el cual no tenía y me preparé para mentir, para decir la mejor mentira de mi vida. Lo miré a los ojos y el poco valor que tenía, se fue al diablo. No podía hacerlo, el amor que sentía por él era puro y honesto, pero sobre todo real. No estaba basado en su belleza, su dinero o la idea de ser inmortal. Yo lo amaba con sus demonios, sus inseguridades y su odio a sí mismo. Amaba lo bueno y malo de él. Por mucho que me costara admitirlo, Edward Cullen se había metido dentro de mi piel, él era mi propio tatuaje. Imposible de borrar y eterno. Él era mi por siempre.

-No –dije sin pensar y clavándome una estaca a mí pobre corazón.

Me miró sorprendido por unos segundos y después asintió para seguir conduciendo en silencio a su casa. Pasé mis brazos por debajo de mis costillas, para abrazarme. Necesitaba reconfortarme. Hacerme entender que no me estaba cayendo a pedazos, después de negar mi amor por él. Miré un punto en la ventana, tratando de parecer ocupada, aunque todo parecía borroso.

-Llegamos –dijo antes de bajar y abrirme la puerta.

Bajé en modo automático y fui directo al estudio de Carlisle. No saludé a nadie, ni siquiera me fijé si había alguien en casa cuando entré. Sólo me moví para sentir que seguía viva, para hacerle creer a Edward que la plática no me había afectado. Me senté a esperar a Carlisle. El día de hoy no aprendería nada, era lo único de lo que estaba segura. Además de que jamás me perdonaría por haber callado.

Sentí una mano fría sobre mi mano y miré rápido hacia arriba.

-Mentirosa.

Suspiré al sentir clavarse otra estaca a mi pecho. Desvié la mirada a otro lado.

-Alice...

-Nada de Alice ¿Por qué le mentiste? –realmente sonaba molesta.

-No soy su futuro Alice. Lo sabes, yo no soy ella. Ni siquiera pertenezco aquí. Puedo desaparecer en cualquier segundo. Es mejor así.

-La que ve el futuro soy yo y a la única que veo es a ti –se sentó a mi lado- tu perteneces aquí, Juliet. Eres una más de esta familia.

Apreté su mano para no llorar.

-Él... ¿Puede escucharnos?

Negó.

-Tuve la visión de tu mentira y pedí a todos que fueran a cazar. En cuanto llegaron, le dije a Edward que me dejara sola contigo. Quería pasar tiempo con mi mejor amiga –sonrió.

-¿No me odias Alice? Estoy enamorada de tu hermano. El cual es de otra chica y esa chica será tu mejor amiga.

Bufó indignada.

-¿Qué no me escuchaste? Tú eres mi mejor amiga Juliet. Yo siempre apostaré por ti –me abrazó- ahora deja de comportarte como niña y enfrenta tu futuro.

Reí al escuchar su frase. Quizás Edward no era el único inmaduro.

-¿Mi futuro? –dije sin entender- y ¿Puedo saber cuál es?

Antes de crepúsculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora