Antes de crepúsculo.

Capítulo 16 (Reeditado)

¡Sorpresa!

Estos días me he dedicado a escribir. Este es el capítulo mas largo que he escrito. Son 12 hojas según Word. Estoy intentando ponerme al día con los capítulos que les debo. Mañana volveré a seguir escribiendo. No estoy segura de tener listo el capítulo para el domingo, pero haré lo posible para tenerlo pronto. 

Hoy veremos la mente de todos los Cullen. Espero no se les haga confuso, es lo que menos deseo. Pero al leer al fin los libros, todos tenían que dar su opinión y sinceramente, fue muy divertido. Hubiese sido una lastima omitir esta parte. 

Espero les guste.

PD. Las frases en negrita y cursiva son pensamientos. La nota de Juliet solo esta en negrita. 

Cuando terminamos de bailar, bajamos a la cocina por un poco de agua. Bueno, el agua era para mí. Los dos seguíamos riendo, habíamos disfrutado de nuestros minutos de comportarnos como adolescentes sin preocupaciones. Choqué mi hombro con su brazo cuando él agarró el vaso que iba a tomar. Se rio con más fuerza por mi intento fallido de hacerle daño. Me senté mientras él abría el refrigerador.

-Te hice limonada rosa –dijo Esme mirándonos con una sonrisa en su rostro. Sobre todo a Edward. Él sacó la pequeña jarra y me sirvió.

-Gracias Esme.

Noté el asentimiento que le hizo Edward con la cabeza a Esme, mientras sonreía de lado de manera dulce. Tuve curiosidad sobre saber el motivo, pero si la plática se estaba llevando a cabo en la cabeza de Edward, era por algo. Así que mejor tomé mi vaso.

-Está delicioso, muchas gracias –me lo acabé. Edward me sirvió más y lo bebí feliz.

-La historia estará impresa en 30 minutos –dijo Alice sentándose a mi lado.

-Entonces será mejor irme a mi casa. Me encantaría quedarme, pero no puedo dejar dos días seguidos a Charlie.

-Mañana pasare por ti al hospital.

La mirada de que le dio Edward, daba entender que él no estaba de acuerdo.

-Está bien, Alice. Nos vemos mañana para la noche de chicas –la abracé- Hasta mañana Esme.

Me despedí de todos antes de salir.

-¿Nervioso?

-Asustado. No puedo ni imaginar cómo habría sido mi vida sin tu intervención –cerró mi puerta.

-Bastante caótica –le respondí cuando se sentó a mi lado.

-Recuerda que tú ya no eres ese hombre. Así que escuches lo que escuches. Solo aprende de los errores –apreté su mano o por lo menos lo intenté.

-¿Tan mal es?

Hice una mueca pensándolo. No podía tapar el sol con un dedo. Había sido horrible, pero era preferible que él mismo lo descubriera –me detuve frente a la puerta de entrada.

-Tú dímelo mañana –lo besé- y lamento los insultos que recibirás de parte de Rosalie, pero piense lo que piense. Yo la apoyo. Ese chico habría sido... suerte –lo besé por última vez antes de abrir la puerta- Buenas noches Edward.

-Descansa Juliet –besó mi frente.

Me quedé allí recargada contra el marco hasta que deje de ver su auto. Colgué mi abrigo y fui a saludar a Charlie.

-Llegaste temprano, Juls.

-Quería cenar contigo, tío –le sonreí.

-Gracias pequeña. Calentare la comida –dijo apagando la televisión.