Capítulo 6

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El despertador sonó haciéndo que abriera los ojos, estiré la mano y apagé de un golpe.

-Al final pude dormir media hora- dije mirando el reloj, me vestí rápidamente y me preparé para ir a la universidad.

Las clases pasaron muy despacio, no podía parar de pensar en la escena del otro día, como había llegado hasta este punto, porque tuvieron que vernos precisamente sus padres y lo mas importante, porque esa zorra de mierda estaba con ellos.

Ian~

Me desperté y miré el reloj con pereza, eran las once y media, menos mal que hoy no trabajo.

Me duché y me preparé para ir a casa de mis padres, tengo que explicarles lo que pasó, cogí las llaves del coche y bajé las escaleras a toda prisa.

Después de cinco minutos conduciendo llegué a la casa de mis padres, me apresuré a llamar a la puerta antes de que la vergüenza hiciera que me arrepintiese.

Mi padre abrió la puerta y al verme puso una mueca de asco

-¿Quien es Cariño?- preguntó mi madre mientras venia por el pasillo, al verme mi madre me invitó a pasar sin quitar su  cara de tristeza absoluta.

-¿Vienes a disculparte?- dijo mi padre con un tono de voz que helaría la sangre incluso a la persona más valiente

-No tengo de que disculparme- respondí con un tono de voz neutral

-¿¡Que no tienes nada por lo que disculparte!? ¡Te recuerdo que sales con un hombre, maricón de los cojones!- me respondió golpeando la mesa, su cara transmitía una rabia.

-Calmate cariño- dijo mi madre

-¡No me voy a calmar, es gay, yo crié a un hombre no a un mariquita!-

-¡Es tu hijo! ¿¡Crees que a mi me gusta!? ¿¡Crees que no preferiría que me diera un nieto!? ¿¡he!?- mi madre nunca había gritado a mi padre antes, no sabia como reaccionar ante esta situación.

-¡No lo parece!- le respondió mi padre a gritos

-¡Y en cuanto a ti maricón de mierda te casarás con Laura!- me dijo mirándome con asco

-¡Me niego!- esta vez fui yo el que gritó

-¡Te casarás con ella o despidete de todo lo que tenga que ver con nosotros, eso incluye tu coche, tu apartamento y tu trabajo!- me amenazó

- ¿O te has olvidado que trebajas en la empresa de tu padre?- continuó diciendo con aire de superioridad

Cogí mi chaqueta enfadado y me fui dando un portazo

( ¿Que haré? Necesito ese trabajo y el coche y el apartamento ¡No es justo! )

Pensé dando un golpe al volante.

Erick~

Llegué a casa exhausto y en cuanto me tiré en la cama el timbre sonó interrumpiendo mi momento de descanso

-Paquete para el señor Erick- dijo el cartero

-Soy yo- respondí

-Firme aquí y aquí- respondió señalando dos huecos en blanco en una hoja.

Abrí el paquete y me sorprendí, era un vibrador de unos 25 cm, mas o menos lo que media el miembro de Ian, saqué el vibrador de la caja y debajo había una nota
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Disfruta de este juguetito que tu hermana ha comprado para ti.   
                                                            
Att: Sara.                                            
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-Me estoy empezando a arrepentir de haberle dicho que era un uke- dije en voz alta

-¡Dios, porque me hiciste uke teniendo una hermana fujoshi! ¿¡Porque!?- reclame en voz alta, bueno, ya que está y tiene una medida parecida a la del miembro de Ian podría probarlo.

Cogí el tarro de vaselina de mi mesita y empecé a untar el vibrador imaginándome que era el miembro palpitante de Ian.

Lo encendí, su sonido llenó la habitación e hizo que me entraran ganas de tenerlo dentro de mi.

Lo acerqué a mi entrada y sentí como vibraba, eso me puso muy cachondo, lo metí de golpe haciéndome gemir del placer, el vibrador entraba y salia de mi haciendo un sonido viscoso a causa de la vaselina, lo metía y lo sacaba una y otra vez mientras gemía el nombre de Ian, cuando pensaba que estaba en el cielo palpé una rosca para subir la vibración, el vibrador empezó a moverse con mucha mas intensidad dentro de mi

-I...an... I...an...- lograba gemir a duras penas mientras el vibrador me hacia retorcer de placer

Ian ~

Conduje hasta casa de erick, pareceré un acosador, pero el otro día lo seguí y averigüe donde vivía, me bajé del coche y me dirigí hacia la puerta correspondiente, me sorprendió ver que aunque parecía cerrada la puerta no lo estaba, empujé poco a poco la puerta preocupado de que a Erick le hubiese pasado algo

-I...an... I...an...- sonó la voz de Erick, parecía devil, corrí en dirección de donde provenía la voz y me encontré con una escena que no olvidaré jamás.

Erick estaba a cuatro patas mientras metía y sacaba un vibrador de color negro, el sonido era como una mezcla de vibración y algo viscoso, me fijé en la cara de Erick, se le estaba callendo la baba del placer, me acerqué a el sigilosamente y le dije

-Veo que mi vaquita se cuida cuando esta sola- Erick me miró sorprendido y luego con la voz entrecortada me respondió

-Me... Metemela-

Esas palabras fueron las gotas que colmaron el vaso, le saque el vibrador lanzándolo, me bajé los pantalones y los boxers y lo penetre de una sola estocada haciendo que Erick se corriese encima del edredón

-No creas que me voy a parar solo por que te hayas corrido vaquita-

Dicho esto lo seguí penetrando fuertemente, Erick gemía como una gata en celo haciendo que le diera más y mas fuerte hasta que me corrí dentro de él.

Tan grande fue el calentón que me olvidé decirle lo que mi padre me iba a obligar a hacer

Mi vicio es tu cama (Yaoi Hard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora