XLVII

350 62 7
                                    

Tus dedos acariciaron mis mejillas, las surcaron como si fuesen porcelana, un sueño que pronto se esfumaría. Tu nariz rozó la mía en una caricia tierna e íntima, y mi mundo se alzó en llamas.

Abrazo InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora