XXI

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Desvelaste el mundo ante mis ojos, robaste la luz a las estrellas. Todo aquello que hacías formaba para mí un nuevo universo. Sin embargo, tus orbes negros me susurraban que para ti, era tan normal como rejuvenecedor. Quizás yo vivía en un mundo sombrío comparado con el tuyo.

Aquello que hacías y tanto me fascinaba era común, normal. Una película en el cine, una tarde en el teatro, conversaciones confidentes. Sin embargo, no era normal a mis ojos.

Mi concepto de normalidad había retrocedido con el tiempo hasta transformarse en sinónimo de aburrido. Y cuando llegaste, reescribiste parte de mi diccionario. Normal evolucionó a ser sinónimo de felicidad cuando mi mundo comenzó a asemejarse al tuyo, y una nota con elegante escritura se añadió a pie de página:
"Vive el día a día como si fuese el ultimo día del resto de tu vida".

N/A
Esto es un pequeño aviso. Veréis, Abrazo Inmortal es mi pequeño enigma. Le apodo así y he decido hacéroslo saber. Me parece justo deciros que en esta historia nada es lo que parece, y que no, no estáis leyendo ningún tipo de cliché ni cosas de esas.

I don't know, me parecía correcto avisar. Así estáis avisados de que hay que prestar una poquita de atención.

(Y sí, pongo apodos a mis historias, la que hace magia con las palabras me ha pegado esa costumbre).

—Fin del comunicado.

Abrazo InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora