XXIX

457 63 9
                                    

Suspiraba cuando te tenía lejos, me faltaba el aire cuando te tenía cerca.

Tus orbes negros parecían esconder galaxias enteras, brillaban como si albergasen estrellas cada vez que tus labios articulaban palabras.

Y tu voz... Oh, tu voz en susurros, murmuros, entre risas y sonrisas, confidente o ruiseña, hacía erizar cada vello de mi piel. Era una llamada, un hechizo, un cántico de tiempos antiguos. Los mensajes que transportaba se adecuaban a la circunstancia que nos rodeaba. Iban dotados de sabiduría, ensalzados con diversión, cariño a veces.

Abrazo InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora