---Entonces ¿Qué haces aquí?-- me pregunta confundida.
--Tenía que verte, tenemos que hablar--- me mira con miedo y dolor. Y no la comprendo, primero ella fue quien me dejó noqueado de una y también fue quien me dejó.
-- Esta bien, ¿dime lo que quieras saber?--- ella volteo su mirada hacia las ventanas como son de vidrio reflejan la luna en lo alto tan hermosa y brillante.
--¿Por qué?- es la pregunta que ha martillado mi mente desde que se fue.
--Era lo mejor, si me quedaba ya todos habían muerto y no podía vivir sabiendo eso, una vez me dijiste que las lunas son sabias, guían y cuidan de su manada y eso hice, aunque significará perderte.
--Podrías habérmelo dicho, pudo haber otra manera- escucho perfecto el reproche en mi voz y se lo merece.
-- En ese momento no lo había y no te pido que me entiendas.-- Esas palabras, las misma que me dejó en la carta, me paro y camino en la habitación. Ella se va, me dejo destrozando, la creí muerta, en realidad murió y con ellas nuestro cachorro, y me dice que no espera que la entienda, joder claro que entiendo sus razones aunque nos las apoye. Pero ese no es el punto y qué pasa con mis sentimientos con lo que yo quiero, lo que he pasado y si se que soy un maldito egoísta pero después de todo ella me dejó alegando esa frase. Necesito golpear algo con urgencia o terminaré cambiando en su habitación y alertando a todos de mi presencia.
-- Has siquiera ...pensado en mi, en lo que sentí cuando te marchaste, cuando moriste y se rompió nuestro vínculo.... En todas las malditas noche que llore tu muerte y la de nuestro cachorro...En todos los días he sentido que me falta la mitad del alma porque me faltas tu.
Me agacho a su lado conteniendo mi ira y sujeto su rostro para ver directo a sus ojos.
--¿Has siquiera pensado en eso?- no se si mis palabras la hieren tanto como me duele decírselo.
--Si .....cada día, cada hora y más después de.....-- se queda callada y lágrimas salen de sus ojos, está al frente de mi, pero es como si todavía no estuviera, como si solo fuera un recuerdo. No lo resisto más y la abrazó, con fuerza, con necesidad queriendo borrar su dolor y sintiendo su olor, mi mate, ese que tanto extrañaba a vainilla y lavanda.
---Lo siento--- mi voz suena quebrada tanto como mi alma. Ella niega ya que sus lágrimas no la dejan hablar.
--Tu....tu....estas en tu derecho, seguiste tu vida.... No...puedo reprochar te ....nada.--- dice entre sollozos.
--Siento no haber estado ahí cuando moriste, cuando.....perdiste nuestro cachorro.-- ella levanta la mirada y suspira. Ella señala algo con las manos , es un retrato, juro por la Diosa luna que mi corazón se detuvo y cuando volvió a latir no podía quitar la sonrisa de mi rostro y menos al mirar sus ojitos de mis cachorros.
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-- ¿Son ellos?- mi voz es casi un susurro, pero cuando la miro ella asiente. Ni qué dolor, ni tiempo, ni que coño, esta mujer, mi mate, mi luna me hizo padre. Quito la distancia que nos separa, la cargo en mis brazos y sin esperar más solo dejándo me llevar por la felicidad la beso. La beso como tanto imagine hacerlo, como soñé cada noche y como tanto la necesitaba.
Y joder como extrañaba estos labios, que saben a gloria, que son mi perdición y necesitaba como el aire para respirar. Ella sigue mi beso con la misma intensidad, sus labios saben dulces como los recuerdo y salados por sus lágrimas, beso cada lágrima, su mejilla y bajó a su cuello, la siento arquear se dándome espacio y sigo mi camino de besos hasta donde debería estar mi marca.
La agarró por los muslos, haciendo que envuelva sus piernas a mi alrededor y la sujeto por su hermoso trasero, el cual está más firme y duro de como lo recuerdo.
¡¡¡Oh!!! Si, mi luna se ejercita.
Ella se sostiene de mi cuello mientras me besa y yo la llevo a la cama, la depositó con cuidado, sin romper nuestro beso, desabrochó el nudo de su bata, esta mucho mas hermosa que antes, acarició su cuerpo, recorriendo cada parte de él, dejándo me llevar por el deseo, por la necesidad de ella, necesito probarla, sentir que es solo mia, escuchar la gritar mi nombre mientras se retuerce de placer. Termino de quitar su ropa de cama y verla me pone peor, estoy muy pero muy duro.
Abro sus piernas y la pruebo, sabe tan bien, ella se arquea y escucho como los gemidos salen de su boca, agarra mi cabello y se retuerce, pero yo no puedo parar, soy un maldito animal, un lobo y la necesito. Mientras la sigo probando, introduzco un dedo en su interior, está tan caliente, la siento contraer se y sus piernas comienzan a temblar hasta que se deja ir, gritando mi nombre. No la dejo recuperar se, estoy muy duro, joder, sin esperar mas la penetro, ella pega un grito de sorpresa y me agarra por lo hombros sintiendo como mi miembro la invade por completo.
Está super apretada, caliente y se siente tan bien, me pierdo en su cuerpo, en su olor, sus ojos, mi cuerpo contra el de ella. Sus ojos cambian constantemente entre rojos y amarillos, los mios deben estar igual solo que amarillos nada más. Nojoda esta mujer es mía, es mi luna.
Saco mis colmillos y mientras ella vuelve a llegar al clímax al igual que yo, intento volver a marcar la, la necesito, como no creí que pudiera ser cierto, pero ella lo evita, me besa con devoción, con anhela, intercambia nuestros lugares y esta vez ella toma el control, me monta como toda una Diosa. gotas de sudor caen por el cuerpo y la luna baña de luz su figura, es perfecta y es solo mia, ella vuelve a dejarse llevar y yo con ella..
Estar dentro de ella, es el paraíso y más cuando nuestra conexión se complete, será mucho más fuerte que antes puedo sentirlo. Pero para ella ya es demasiado y comienza a cerrar sus ojos los cuales siguen cambiando constantemente, con su mano derecha me sujeta la nuca y sin esperarmelo, me muerde, siento sus colmillos penetrar mi piel y succionar mi sangre y que puedo decir, Uriel aúlla en mis adentro de felicidad, estoy en la gloria, ella me ha marcado, pero termina desmayándose, URIEL sigue aullando de felicidad y yo estoy igual, fue el instinto que la hizo hacer eso.
La extrañaba tanto, quiero a Keila, pero no siento hacia ella ni la décima parte de lo que siento por mi luna y URIEL nunca me dejo estar con ella y ahora se lo agradezco enormemente. La recuesto en mi pecho y la observo dormir, mi luna, mi todo, te amo tanto, ahora mi alma y felicidad están completos porque tu estas conmigo.
Pero de que yo te vuelva a marcar, no te salvarás.