Capítulo 1
Flashback
Ya no puedo ni bajar las estúpidas escaleras sin cansarme, me duelen mucho los pies, están todos hinchados, me sofoco con rapidez, ni hablar que cada vez que intento bajar un escalón el peso me hace querer ir al baño.
---Estas muy extraña ¿por qué tienes esa cara de tonta?--lo miro y tomo su mano para colocar la en la panza de ocho meses.
--¿Sientes eso?-- él asiente y su cara se ilumina igual de sonriente que la mía.
---¡Todo el mundo!, los kilos de más se están moviendo-- grita el muy estupido, lo miro mal y le doy un suave golpe por la nuca. El términa en el suelo, pero no fue que yo le diera duro, no, él solo no estaba bien parado.
---¿En serio?-- aparece Ross bajando a todo prisas las escaleras, que envidia, en cuanto llega donde estoy, coloca sus manos y patean mas fuerte por lo que sonrió, es un poco incomodo, ya que me están dando ganas de ir al baño, pero no duele es soportable.-- ¡Siento cómo se mueven conmigo! ¡Voy a ser su tía favorita!
--Pues claro-- dice Isabelle mientras sigue pegada a su celular.
---¿Que es todo ese alboroto que tienen aquí?--pregunta papá el cual viene llegando, estaba en una reunión del consejo de brujos, tiene unos días que no me dice nada ya, cosa que comienza a irritar me, en las clases de magia voy lo más avanzada que puedo, ya controlo perfectamente mis transformaciones de loba, pero Kira y yo acordamos no hacerlo por miedo a lastimar a los bebés, porque si, son dos, aunque no se dejen ver los muy condenados.
--!Mis bebes se están moviendo¡-- le digo lo más contenta posible, él me sonríe pero no se acerca a tocar mi barriga enorme, respiro profundo y decido ir al jardín, todos me miran como si me hubiera crecido una cuarta cabeza pero yo solo los ignoro.
Respiro profundo intentando calmarme, esto no le hace bien a los bebes y me prometí no dejarme dominar por las hormonas, estar embarazada es fantástico, el hecho de que crece una vida dentro de ti, cada vez que escucho sus corazones latir, el amor que siento hacia ellos es inmenso, jamás pensé llegar a sentir algo así, pero por otro lado, las ganas de ir al baño, mis pies modo ballena, las ganas de llorar por cualquier estupidez, la falta inmensa que me hace... Sebas.
No quiero estar aquí me siento ahogada, por lo que antes de que alguien se de cuenta, caminó hasta no poder más, camino hasta que mis pies me gritan que pare. Estoy a mitad del bosque, por obvia razones rodeada de árboles por lo que solo me dejo caer en el suelo, hace mucho frió, la tierra está mojada y hay un olor peculiar a sangre en el aire.
Me pongo de pie y comienzo a rastrear el olor, alguien podría estar en problemas, un grito se escucha cerca de mi posición, mi corazón late más rápido, pero me digo que tengo que calmarme y sigo caminando. Al llegar al lugar de donde proviene el grito quedó horrorizada, Una Caravana de seres sobrenaturales que se habían asentado a las orilla del rió a descansar masacrada, todos decapitados, mutilados.
---¡AYUDA!-- corro nuevamente hacia la voz, que gran error, al frente de mi, el miedo hecho hombre.
---Tú-- una sonrisa ladeada se posa en su rostro y un brillo maligno surca sus ojos, agarra la camisa de la joven que acaba de atravesar con su espada para luego proceder a lanzar la al rió, el cual no pierde su tiempo en teñirse de un incesante rojo a raíz de toda la sangre que fluye por su cauce.
---Esto no es real-- Es la única palabra que sale de mis labios, una punzada se instala en mi vientre bajo y se me dificulta la respiración.
---Te comió la lengua el lobo, porque mejor no vienes con el cazador-- dice con voz amenazante, estoy congelada literalmente-- no puedo moverme, reacciona, mueve los malditos pies Elena-- me digo a misma pero no sucede nada, estoy congelada del miedo.
--Estas asustada Pequeña-- se acerca como todo un cazador acorralando su presa, y yo soy el maldito conejo que está parada como una estúpida.
>>Déjame Elena
>>No, los Cachorros.
Cuando está a tan solo pasos de mi, intensifico mis habilidades, por lo que mis ojos deben de estar de un hermoso rojo.
--Me encanta cuando tus ojos hacen eso, el color de la sangre.--el extiende su mano para tocarme.
--Ventus fuga**-- Extiendo mis manos hacia él y una fuerte brisa lo arroja contra los árboles, pero no dura mucho, él se incorpora rápidamente.
----Con que tienes nuevos trucos pequeños.
--No me digas pequeña maldito, Ignis-- esta vez intentó quemar lo, pero él me esquiva.
---Ignis-- vuelvo a lanzar y él vuelve a saltar y así pasa varias veces, tengo que pensar antes de actuar, la magia cansa mucho. Mi respiración es agitada y él sólo ríe y salta como un maldito mono de un árbol a otro.
--Ignis--- lo persigo con mi fuego hasta que las energías me fallan y que gran error el maldito me encerró en mi propio fuego a parte que el bosque se está consumiendo, el humo me dificulta la respiración y el dolor de mi vientre se hace cada vez más insoportable.
---Atrapada-- susurra a mi espalda antes de clavar su espada la cual atraviesa mi pecho.
No siento dolor, ni frió, siquiera puedo escuchar nada, solo observo lentamente como caigo de rodillas hasta al suelo, el cual como el rió se tiñe lentamente de rojo, solo que esta vez de mi sangre.
Él sonríe triunfante y en ese momento siento el dolor incesante de mi pecho, a los lejos un fuerte aullido de dolor, como un lobo que lanza su desgarrador grito de muerte, observo mi panza llenarse de sangre, he fallado mis bebes, siento algo en mi corazón romperse, como un fino hilo cortado que no sabía que estaba ahí hasta este momento.
---Te lo dije, mía y de mas nadie-- deposita un beso en mis labios antes de caminar hacia el fuego, pero acaba ahí, observo a mi padre parado frente a él, mi padre lucha contra él y logra quitarle la espada, pero mis ojos pesan demasiado, quiero dormir.
>>Elena, No te duermes, lucha mi luna-- logró escuchar antes de dejarme abrazar por la más profunda oscuridad.
Fin de flashback
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Besos Dune.
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Todo O Nada: MENGUANTE
WilkołakiContinuación de Te Encontré o los Crecientes. Segunda Parte. Una muerta a Cambio de muchas. Tu decides.