Capítulo 20
--Qué te parece si me dejas mostrarte algo antes de que te vuelvas loca-- me dice entre apenado y divertido.
--No lo se, debo volver.
--Solo será un momento.-- me dio esa mirada de cachorro que sabe que no me puedo negar esto es injusto se llama manipulación.
--¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste pensar que todo había sido un sueño?- tenía que saber antes de dejarme llevar o después él me confundiría tanto que no me importaría.
--Vamos y te explico- me agarró del brazo y agarró rumbo a la casa.
Yo solo lo seguí aunque claro él me llevaba agarrada de la mano, no es como si tuviera mucha opción. Subimos hasta la que era nuestra habitación.
--¿Qué hacemos aquí? no entiendo qué quieres mostrarme.
--Shuuuu espera mujer que impaciencia, ¡¡antes no era así!!- me quedo viendo sorprendida, pero me recompongo rápido. Coloco mi mejor cara de poker y subo mi ceja para quedarme viendo.
--La gente cambia.-- él me mira igual de sorprendido por la frialdad de mis palabras.
Pero a velocidad sobrehumana se colocó detrás de mí y colocó sus manos en mis ojos para luego susurrar a mi oído.
--Pero no lo que siento por ti- una electricidad atravesó todo mi cuerpo ante sus palabras y su cercanía, podía sentir todo el calor que su cuerpo emanaba además que, bueno solo diré que tengo las hormonas alborotadas.
--Ahora cierra esa hermosa boca tuya y déjate guiar- podía sentir toda la sangre acumulada en mi rostro. Pero no dije nada y como él había dicho me deje guiar, aunque mi loco corazón no me deja pensar mucho solo se que latía más rápido que los caballos de fuerza de cualquier carro, bombeaba tanta sangre por mi torrente sanguíneo que sentía toda la piel arder y no, no tenía nada que ver con el tenia una mano sobre mis ojos y la otra sobre mi pecho guiando mi camino o por lo menos eso quería creer.
No es que no fuera dejar fluir todo estos deseos desenfrenados hacia el, es solo que necesitaba respuesta aunque yo fuera la menos indicada en exigirlas.
--Listo ya puedes ver- destapo mi vista y me quedé sin palabras.
Lo que tenía ante mis ojos era un cuarto de juegos y no al estilo Christian Grey que no se porque en este momento tomó esa analogía, quizás podría hacer Muchas cosas ahí, basta Elena concentrate.
El color de las paredes era turquesa pero esa clarito que no sabes definir si es azul o verde, el techo estaba pintado como si estuvieras en el cielo envuelta entre miles de nubes con destellos dorados en los bordes y el lugar estaba lleno de juguetes, desde carros, soldados, robot, un caballito de madera, hasta castillos de princesas, barbies para tirar para el cielo, jueguitos para tomar el té, con mesita de cuatro sillas y todo y miles de cosas más, dirijo mi atención hacia Sebastian, todo llega a mi mente esa noche él vio el retrato que tenía en mi mesita de noche de los niños.
Por la Diosa luna que egoísta soy, yo pensando solo en complacer nos y ...... No pude evitar que las lágrimas resbalaran por mis mejillas. El quiere conocer a sus hijos al igual que mis hijos necesitan a su padre, pero que estúpida.
--Este lugar es hermoso, se que les encantará- el se me acercó y limpió mis lágrimas con delicadeza como si fuera a romper me.
--No llores mi luna- me mira confundido y preocupado.
--Lo siento tanto- él no dijo nada pero me envolvió en sus brazos.
--Ya pasó lo importante es el futuro, el que vamos hacer juntos como familia nada más.- yo asiento intentando calmar mis lágrimas.
Por mas tonto que parezca nos sentamos en el piso de la habitación, el quería que le contará de los niños y mi corazón se estrujó más, perdí tanto tiempo envuelta en mis miedos que los prive a ellos de estar juntos.
--Bueno Allison es la mayor solo por unos tres minutos, Pero Kigan es quien se porta como el hermano mayor, él digamos que es el serio, siempre cuida de su hermana, aunque también como niño que es se mete en miles de problemas, le encanta hacerle travesuras a Jared, por alguna razón solo se las hace a él, Allison es una princesa en todo el sentido de la palabra, es dulce, inteligente, talentosa y Ama la nutella, esta de mas decir que es la cómplice de Kigan en todo, son inseparables.-- el solo me observaba mientras yo le cuento de sus travesuras, cuando aprendieron a caminar entre otras cosas.
--Me encanta como tus ojos se iluminan mientras hablas de nuestros cachorros, se nota que los amas y estás orgullosa de ellos.
--Por que así es, al igual que tu lo estarás cuando lo conozcas- sus ojos brillaron de emoción aunque también podía apreciar cierto miedo.
--¿Que ocurre?- le preguntó ya que no ha dicho nada.
--¿Si no me quieren?
--¿Cómo dices eso? Ellos te amarán, ya lo hacen, ellos saben que tienen un papa que los ama, esperan el momento de conocerlo, yo jamas te negué no podría, ellos saben que no estabas con ellos por mi culpa y aunque a veces duraban días sin hablarme por lo mismo ellos entienden y créeme que estarán felices de conocerte.
--Gracias, no se lo difícil que pudo ser para ti estar sola con ellos pero me haces muy feliz, joder soy padre y es por ti- agarra mi rostro entre sus manos y me besa. Un beso que poco a poco comienza a subir de intensidad y yo no me pienso negar.
--Elena es hora....lo siento-- dice una apenada Isabella. Hasta cierto punto es el karma yo la interrumpi en el baño del bar y ella lo hace aquí que loco es todo esto.
--Esta bien- Sebastian se pone de pie y me ayuda hacer lo mismo, cosa que agradezco.
--Igual tenemos cosas pendientes por hablar.
--Pronto- me dijo con su sonrisa lobuna que me encanta.
Yo le brinde una sonrisa igual y después de un beso casto Isabella y yo nos fuimos.
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Todo O Nada: MENGUANTE
Manusia SerigalaContinuación de Te Encontré o los Crecientes. Segunda Parte. Una muerta a Cambio de muchas. Tu decides.