Llegó a casa, subió la escalera y tiró en su habitación la mochila. Agarro una gomilla y se cogió el pelo en un moño mal echó, y bajo a almorzar con sus padres.
Estaba en la mesa sentada, mientras Enma recogía la mesa, Enma era la mucama, y la que se quedaba cuando sus padres estaban en casa y la cuidaba, sobre todo de pequeña. Sus padres conversaban de trabajo y ella jugaba con el móvil.- Hija *La llamo su padre*
El padre es un hombre rubio, de ojos verdes, cuerpo atlético, piel bronceada y trajeado.
- Dime padre. *Respondió Edith*
- ¿Como te fue el primer día? *Dijo mirándola sonriente*
- Bien, bueno malas miradas, como siempre. Pero me da igual eso. ¿Puedo jugar a la consola un rato?
- Claro hija. Al rato te hago compañía, voy a llevar a tu madre a comprar un vestido para la inauguración del restaurante de una amiga del instituto, hace mas de 20 años que no se ven y ayer se vieron, le comentó y ya ves, tendremos que ir.
- No padre, yo mejor no. Ya que no me pondré una ropa que no me sienta cómoda. *Dijo mirando la pantalla del móvil*
- Como quieras hija. *Le sonrió*
- Amor vamos. *Dijo su madre, despejando la vista de su móvil* Acabó de leer el correo y de responderlo, era importante. Y sobre eso hablaremos luego hija.
- Hasta luego, tengan cuidado. *Se despidió saliendo del comedor*
La chica rubia se sentó en el sofá de la sala de juegos, agarró el mando que andaba en la mesa de cristal y pulso el botón para encenderla.
Dos horas después, su padre llego y se puso a jugar con ella al Fifa 15, luego de jugar con su padre durante un buen rato, entro su madre y se sentó a lado de la chica.- Mi vida, por que no vamos de compras, quiero que vengas al restaurante, quiero que mi amiga de la infancia conozca a mí familia. *Dijo su madre agarrándole la mano a su hija*
- Mamá, ¿Vestirme como tú? ¿O puedo ir así?
Su madre es una mujer rubia, de ojos azules, de cuerpo espectacular, piel blanca, y siempre trajeada o con vestidos, y su cabello en un recogido. En cambió Edith, a pesar de ser hermosa, y tener buen cuerpo, llevaba unas grandes gafas, su pelo desaliñado, pantalones bien anchos, sudaderas y botines, nada que ver con sus padres.
- Un día hija. Un solo día. *Le dijo con tono de suplica*
- Chicas, os dejo que habléis de esto solas. Os adoro. *Dijo el padre levantándose para irse de la sala*
- Vale amor. *Respondió su esposa*
Edith sólo hizo un gestó para despedir a su padre. Volvió la vista a su madre.
- Aparte de vestirme así, ¿Algo más tendría que hacer?
- Hija, solo ser femenina. Tenemos unos días para hacerlo. Para que seas femenina.
- No te prometo nada. *Dijo desganada*
- Gracias mi nenita.
Su hija sólo le sonrió y se fue dejándola con la consola, y pensando en por que existía en que fuera, nunca lo había echó.
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EL CAMBIO
Random¿Qué cosa puede hacer que la chica más masculina, cambie a la más femenina? ¿Se quedara con su nuevo look? Mini relato registrado. Código de registro: 1605127564108 Fecha de registro: 12-may-2016 11:07 UTC