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- El demiurgo, en la filosofía gnóstica, es la entidad que sin ser necesariamente creadora es impulsora del universo. También es considerado un semidiós creador del mundo y autor del universo en la filosofía idealista de Platón y en la mística de los neoplatónicos. Por tanto, demiurgo significa literalmente maestro, supremo artesano, hacedor, aunque resaltando el griego significaría creador. Según el mito de Platón, expuesto en el Timeo, obra en la que describe la disposición, a partir de razonamientos fundados en la teoría de las ideas y del cosmos. Al principio en el universo sólo había, materia informe y caos, ideas, que son perfectas, el demiurgo, una divinidad, y espacio. Platón nos cuenta que el demiurgo se compadece de la materia y copia en ella las ideas, obteniendo con ello los objetos que conforman nuestra realidad. De esta forma explicaba la separación entre el mundo de las ideas que son perfectas y el mundo real, lo que viene siendo la materia que, siendo imperfecto, participa como una copia de la perfección. Esta copia responde a la anterior forma de revisar la esencia en el ser, la cual es indicada como fallida e insostenible.

- Victoria, esta muy bien eso. Sigue Edith. *Dijo al ver el gesto que anteriormente hizo Victoria a Edith*

- El demiurgo es un genio ordenador. En el principio había una masa caótica, desordenada, informe, indeterminada, etc., y también estaba el demiurgo, el cual miró esta masa y pensó ¿qué puedo hacer con ella? No sé lo que voy a hacer, pero haga lo que haga lo voy a hacer bien. Después ideó una a una las cosas que iba a hacer y de acuerdo con su idea las fue haciendo. El mito del demiurgo implica, la idea del bien es la primera de todas las ideas, las ideas son anteriores a las cosas y son causa de ellas, las ideas son la única verdad.

- Perfecto chicas. Ya podéis salir, la clase término. *El profesor empezó a recoger sus cosas*

Edith se aproximó a él, una vez todos los compañeros salieron del aula.

- ¿Por que andas enogado conmigo?

- No lo estoy. *Dijo sin mirarla*

- ¿Por que no me dejaste decir ambos seguidos?

- Por que quería que participará quien supiera algo. ¿Algo más?

- Si, ¿Por que me tratas así? Hace nada me tratabas bien, hasta con confianza. ¿Que paso?

- Nada. Me tengo que ir, yo tengo que hacer cosas en casa, que te valla bien las clases.

- Vale, adiós. *Dijo la chica algo triste, por la seriedad con la que le respondía*

Las clases acabaron, y Maik la acompañó a su casa, almorzaron y la ayudó un poco con las tareas, tenía algunas que no entendía muy bien, y Maik se le daba bien algunas cosas de su curso anterior.

- Bueno, creó que ya no necesito mas ayuda, gracias. *Empezó a recoger los libros*

- Princesa, no tienes que darlas. Gracias por invitarme a almorzar y dejarme pasar la tarde contigo, aun que sea haciendo tareas.

- ¿Por que me has querido ayudar?

- Por que me gustas, y ahora tenemos tiempo para hablar. Aparte inglés y lengua se me dan muy bien.

- Ya lo vi. Gracias de nuevo. *Le agradeció sonrientemente*

Maik, se levanto del escritorio, puso la silla en el tocador, se acerco a Edith para levantarla de su asiento. Maik la pego hacía él, y comenzó a caminar hacía la cama.

EL CAMBIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora