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Con sus manos entrelazadas, tocó la puerta.

- Hola *Dijo tembloroso* Soy Drake.

- ¡Buenas noches! Soy Luís, pasad.

Ambos se dieron la mano, para luego el padre echarse a un lado y dejar que pasarán. Luís vio como se agarraban la mano, y le hervio la sangre.

- Sentaros. *Dijo tomando asiento él.

- Quería hablar con usted Luís, y con su esposa. *Dijo con un temor descomunal, aunque en sus palabras no se notaba*

- Mí esposa no está, llegara tarde, tiene cena con las amigas. Pero yo le escucho. *Dijo con una voz sería, intentando no ser borde, ni asustar al joven mas de lo que ya el noto que estaba*

- Soy profesor de filosofía, quizás no es ético lo que siento, pero lo siento. No soy perfecto, ni pretendo serlo. Lo único que pretendería mil veces es ser buen padre, y un gran compañero para mí pareja. *Cogió aire y lo soltó* Me gusta su hija. Lo siento, ya se que no debería pero no se puede controlar lo que uno siente.

- ¿Tienes un hijo? *De todo lo que el chico le dijo eso llamo mucho la atención del padre*

- Sí, Ulises. De casi 7 años, en días lo hace.

- Sí estuvieras en mi lugar. ¿Que dirías?

- Luís, sacaría al tipo a patadas, por que no sabría que intención tiene con mi pequeña, pero yo si se la intención que tengo, y es amarla, cuidarla, respetarla y formar una familia junto a mi hijo y ella. *Miró a Edith*

- Papá, no lo eches a patada. Aún que el diga que en tu posición lo haría. Por favor.

- Mi niña, no haré eso. Sólo luego hablamos con tu madre. Ahora creó que es mejor cenar y dormir, mañana tienes clases.

- Sí, yo mejor ya me voy. *Se levantó y metió sus manos en los bolsillos* Un gusto el poder hablar con usted.

- Adiós. *Dijo tímida la chica*

- Adiós princesa, hasta mañana. *Le guiño un ojo y se dirigió con Luis a la salida*

- Bueno, te advierto. No te pases de listo con mi hija. Y debo decirte que tienes valor para venir y decirme todo esto. Un placer.

Se dieron la mano de forma cordial y Drake salió para irse a su casa con su pequeño tesoro, su milagro.

- Chicos, podéis callaros. *Seguían unos grupos murmurando* Vale, mañana examen sobre esto. *Todos queraron en silenció, él profesor se sentó y agarró un libro*

- ¿Como un examen? *Preguntó Edith*

- Veo que todos saben sobre el tema de hoy, así que podéis empezar ha estudiar, no voy a explicar nada, y mañana examen sobre esto, no hay nada que hablar. *Dijo muy enojado hoy con la clase*

- ¿Y que culpa tengo yo?

- Ninguna Edith. Al igual que otros de tus compañeros. Pero me es imposible dar la clase, pero no os preocupéis se quién no ha abierto la boca, y a ustedes no os pediré el trabajo para el lunes que viene sobre Descarte. *Soltó el libro que tenía en la mano* Si queréis subir nota los que estabais callados podéis hacerlo.

Edith lo espero en la salida, muy enojada y dispuesta a reclamarle lo del examen.

- Mi coche y mi chica, juntos que hermosa imagen. *Comentó bromista*

- No pienso hacer el examen. *Dijo haciendo notar su enfado*

- No te enojes. *Dijo acercándose a ella* Tu no te preocupes por eso. *La agarró de la cintura y la a trajo hacía él*

- ¿Sabes que estas en el aparcamiento del instituto? ¿Y sabes que eso de no preocuparme por un examen es favoritismo?

EL CAMBIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora