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Llegó al despacho. Y el director se quedó boquiabierto a ver a Maik y a Bianca, con una simple toalla.

- ¿Que ha dicho el Director? *Edith preguntó al ver a Drake salir del instituto*

- ¿Te has saltado clases? *Se tiro en el césped*

- Si, no tenía ganas. ¿Quien es esa chica? *Dijo mirando el suelo y jugando con la hierba*

- Estan los dos expulsados un mes, y la chica es mi alumna de segundo de bachillerato, creó que de sociales.

- ¿Estan en la misma clase?

- No, Maik esta en el de ciencias de la salud. No coinciden en ninguna.

- Bianca, ¿Sabia que tenía novia?

- No, por lo que ha dicho en el despacho, no sabía nada de eso.

- Me siento estúpida.

- El estúpido es él. *Le agarró la barbilla e hizo que levantara la vista hacía él*

- Quiero irme a casa.

- Pues vámonos.

Se pusieron en pié, y abrazados caminaron hacía el coche de Drake. Subieron al auto y la llevo ha su casa. En el caminó fueron en absoluto silencio, estacionó en la puerta de ella.

- Mirame. *Drake se giró un poco en su asiento y la miró*

- ¿Para qué? *Dijo mirándolo, con los ojos llorosos*

- Para verte esos ojos, con lágrimas, lágrima que no merece.

- Me siento mal. Odió que se hubiera reído de mí. Siento impotencia quería partirle la cara, matarlo, no sé. *Suspiró*

- No le des mas vueltas, no te valoró. Eres un encantó, vales mucho.

- Drake, me gustas. *Giró la cara al soltarle tal tremenda información*

- No me vuelvas la cara. *Agarro su barbilla y hizo que lo mirará* Mirame.

- ¿No podemos verdad? *Su hilo de voz sono triste*

- ¿Que no podemos? *Le respondió confuso*

- Estar juntos. *Hizo una mueca*

- Podemos decir que un profesor no tiene permitido salir con su alumna, y quitando eso, eres menor es un delito, bueno lo es si tus padres me denuncia.

- Y si mis padres lo aceptarán, y termine el curso ¿Podriamos?

- Cuando ya no seas mi alumna, ya deberías tener los 18.

- 17. Tendré 17.

- Sí, así sí. Pero es mucho tiempo. ¿Cierto?

- ¿Y sí no se enteran?

- ¿Quieres una relación clandestina? *Alzó sus cejas*

- Sí, sí. Es que me gustas mucho.

- Eres un encanto. *Drake se acercó lentamente a ella, y beso la comisura de sus labios. Ella cerró los ojos* Adiós princesa.

- ¿Ya te despides de mí?

- Tengo que ir a casa, mi hijo hoy tuvo médico, rutina. Pero quiero saber como le fue, si le dolió y eso.

- Verdad, lo vi esta mañana. Ve tranquilo, pero ¿podemos verno esta tarde?

- Paso a por ti y te llevo a un lugar perfecto.

- ¿Perfecto?

- Sí, para estar tranquilos. Es mi lugar favorito para relajarme y pensar.

- Vale, pues hasta luego.

Edith salió del auto y fue corriendo a su casa, tan feliz que ni ella se lo creía.

Drake llevó a Edith a un riachuelo a unos 10 minutos en coche. Se sentaron en el filo del riachuelo, metiendo sus píes en el agua.

- Que hermoso.

- Ya sé que soy hermoso. *Bromeó*

- Decía el lugar. Aun que tu éstas hermoso también. *Comenzó a ponerse sus mofletes de color rojizo*

- Ya sabía. *Se ha cerco a escasos milímetro, sus alientos chocaban, y sus labios estaban tan cerca de sentirses* Me encantas cuando te pones rojita.

EL CAMBIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora