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- Vale señorita. *Se levantó de su asiento, se dirigió a la puerta y cuando Edith pensó que la echaría, él la cerro. Cerrada la puerta, le quitó la maleta y la puso en el suelo* Te ves mas tú. Te ves perfecta. * acarició con sos dedos la mejilla de la joven* Veté a la siguiente clase, y ponte la mochila bien. *Dijo haciendo una fuerza sobrenatural por no besarla*

- Gracias y ya te dije ni en sueños. *Cogió su maleta, con el corazón a 200 por hora salió de la clase*

«Dios, como puede causar estas cosas en mí» Pensó la chica mientras caminaba a su clase de francés. Las primeras clases le fueron bien a Edith, llegó su ansiado descanso y fue esta vez a ver a Maik entrenar.

Miró por toda la cancha y no estaba, le había dicho que hoy no podría estar con ella en el descanso por que tenía entrenamiento por el partido que jugaba el sábado por la mañana. Vio a uno del equipo de fútbol y se acercó a él.

- Hola, perdona. ¿No teníais entrenamiento ahora?

- No, el entrenamiento es está tarde.

- Pensé que era ahora y no luego, perdoné. *Dijo avergonzada y confusa*

- Bueno, no te preocupes. Me voy a por el bocata, si no, no podré comer algo.

- Sí, sí. Adiós. Y gracias.

Ando hasta que decidió ir al vestuario del equipó. Entró y oyó el agua correr, junto a unos jadeos. Notó como su sangré hervía, solo de pensar que podría ser Maik. Sacó su móvil al recordar que tenía el número de Drake. Le mandó un WhatsApp, que ponía "Ven al vestuario de fútbol por favor corre", él no duró ni un minuto en correr hacía allí, se temió lo peor, que ese chico le hubiera echó algo. Si era así lo lamentaría, por la furia que llevaba. Edith se asomó haber si llegaba, cuando lo vio, le hizo una señal de que no hiciera ruido.

- ¿Que pasa? *Dijo al llegar a su altura*

- Entra ahí. *Señaló la puerta del baño* Creó que esta Maik con alguien. *Su tono al recordar sonó ronco del enfado que le ocasionaba que se riera de ella*

- Voy a ver tú tranquila. *Beso su mejilla y se fue a ver*

El joven profesor empujó la puerta. Sé oía el agua de la ducha, y unos jadeos. Drake se acercó a la ducha que andaba funcionando. Empujó la puerta de la ducha y vio el cabello de una chica rubia, y a Maik de espalda, que al notar que lo observaba.

- ¿Que haces en los vestuarios? *Dijo apretando la mandíbula* ¿Usted no sabe que esta prohibido tener relaciones sexuales en el centro?

- Profesor... Yo...

- Tú nada. *Lo interrumpió* Debería darte vergüenza estar en un sitió público, poniendo contra la pared a una chica, que ni se a movido, pero que sea que ambos vais a hacerle una visita al director. Y no sólo eso si no tener a tú novia ahí sola en la puerta del vestuario, mientras estas con esta chica. *Cogió dos toallas y se la tiro a los chicos* Ponte la toalla, inmediatamente.

- Edith, es demasiado recatada. Ni tocarla se le puede, me da igual perderla, no me gusta las estrechas. Aun que me apetecía ser el primero. *Su voz sonó maliciosa, mientras cerraba el grifo*

- Se me agotó la paciencia. *Cogió a ambos por los brazos, y los hizo caminar hacía el despacho del profesor*

- Drake, sueltame. *La chica tiraba para soltarse*

- Señorita Bianca, callate y caminé hacía el despachó del director.

EL CAMBIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora